32-Ropa

Esa semana estuvo muy ajetreada. Habían un montón de exámenes, y la cafetera de la sala común nunca paraba, todos bebían café para no dormirse.
Al tomar café (descafeinado) Irene se acordó de su madre y la Nespresso.
El Viernes por la tarde, en clase de Ciencias, Irene se llevó una terrible sorpresa, sacó un cinco pelado en el exámen de Ciencias.
-No pasa nada Irene, a veces las medio cerebritos como tú sacan mala nota-le consolaba Nicol desde su pupitre.
Esa tarde, Irene se prometió a si misma que estudiaría más.
No tenía ganas de nada, y cuando Adel le ofreció salir a pasear, Irene se lo negó. Se quedó en la cama tumbada con el pijama puesto pensando en la nota del exámen.
-Pero eso es normal. No pasa nada. Tengo que seguir adelante, esto solo es un obstáculo en los estudios-se animó a sí misma.
Estaba tan a gusto que se durmió. No se despertó hasta que a las 10, escuchó a Nicol hablar con Alberto desde la puerta:
-Hasta luego preciosa-le dijo Alberto coqueto.
-Adiós bombón-le devolvió el cumplido Nicol.
Se dieron un beso y Alberto se fue.
Nicol intentó no hacer ruido, pero su misión fue fallida. Tiró una percha al suelo, y se le cayó un colgante.
-Nicol...Gracias por despertarme-le agradeció Irene irónicamente.
Nicol dirigió su mirada a la cama de Irene.
-Ups...Lo siento. Anda que tu también estar aquí metida toda la tarde. ¡Solo es la nota de un exámen Irene, no te vas a morir!-exclamó Nicol.
Irene agachó la cabeza cabizbaja.
Nicol, al notar que la había ofendido un poco, se acercó a Irene y le dio un pequeño abrazo.
Mientras se daban el abrazo, apareció Adel por la puerta, que, al ver a Irene y a Nicol abrazadas, se unió a ellas.
-¿Por qué estamos abrazadas?-preguntó Adel.
Irene rió.
-Mira que eres tonta-se quejó Nicol.
Adel le pegó una patada en la espinilla a Nicol, lo que hizo que soltara un gruñido.
Adel sonrió maliciosamente.
Al día siguiente...
Al final, Irene se vistió y jugó junto con Adel al Just Dance 4.
Mientras, en la habitación, Nicol veía el armario de Adel, toda su ropa. La contemplaba distraídamente, estaba tan distraída, que ni se dio cuenta de que Mireya había entrado.
-Hola, ¿Qué haces?-preguntó Mireya.
Nicol se dio la vuelta asustada.
-Perdona, no te había visto...Nada, aquí, viendo ropa de la chica esta-se disculpó Nicol.
-No pasa nada. Tiene tanta ropa-añadió Mireya.
Nicol asintió.
-Cállate esto, pero, algunas camisetas o pantalones me recuerdan a ropa de "choni"-reveló Mireya.
-En parte sí, algunas, la mayoría no.
-Ya...Algunos escotes son enormes, o algunas faldas le llegan por el culo. Eso es ropa de "choni".
En ese momento, Adel entró por la puerta.
-Mireya, ¿He oído bien?-le dijo Adel seriamente.
-Depende de lo que hayas oído-le desafió Mireya.
-Pues mira niña, pa' chula yo. Sabes perfectamente  que lo he oído. Y me da igual lo que pienses.
-Adel, solo he dicho que algunas camisetas o pantalones tuyos son tipo de "choni".
-Prefiero llevar eso, antes que la manta del picnic.
-Yo no llevo faldas a cuadrados.
-¡No que va!
-Basta, basta. Adel, no te enfades por tonterías. Jod** siempre igual. Cuando hay alguna pelea siempre es por tu ropa-opinó Nicol.-Adel vete a la sala común.
-¿Por qué yo?-bufó Adel.
Nicol subió más el tono de voz:
-Adel, a la sala común.
Esta obedeció como una niña pequeña, pese que tenía muchas ganas de quedarse allí y ver hasta que nivel de pelea llegarían.
-Mireya, dile que sientes todas las palabras que has dicho y punto. Aunque no pienses eso-le rogó Nicol.
-No pienso retirar las palabras que he dicho-dijo Mireya.
-Mireya por favor, te lo pido-le rogó aún más Nicol.
-No-repitió con desdén Mireya.
-¡Mira, has hecho que me enfade yo contigo, vete a tomar Fanta, empollona asquerosa!
Mireya abrió más sus ojos y se retiró de la habitación.
Nicol también se fue. Salió del internado más relajada y se compró un café en el Starbucks.
Estuvo un tiempo metida allí, en el establecimiento. Con el frio que hacía, y con lo bien que se estaba ahí dentro, daban ganas de quedarse toda la vida.
Al final tuvo que volver. El enfado se le había pasado.
Llegó a su cuarto, y encontró a Irene intentando parar la pelea.
-Chicas, dejarlo, venga-pedía Irene una y otra vez.
-Dejalo. Mireya se cree MissPerfecta o algo-comentó Nicol.
Mireya puso mala cara y unas lágrimas asomaron por su cara.
-¿Y ahora lloras? Cría indefensa-le criticó Nicol.
Estuvo todo el rato lanzando comentarios negativos a Mireya, que lloraba.
-Venga déjalo Nicol, te estás pasando. Pobrecita...-Adel se volvió blanda.
-¿Y ahora le dices pobrecita? Buffff...Me marcho, paso de vosotras-se despidió Nicol saliendo del cuarto enfadada.
Adel se acercó a Mireya.
-L-lo siento. Me he pasado-admitió Adel.
-No pasa nada-Mireya dejó de llorar.
-No sé que le ha pasado a Nicol...-dijo Irene.
-Estará en esos días del mes-pensó Adel.
-Para celebrar que nosotras 2 ya estamos perdonadas, vayamos al Telepizza-sugirió Adel.
Mireya sonrió y se levantó. Se vistió y se arregló. Luego, fueron las 3 al Telepizza.
Nicol, en cambio, estaba en la piscina nadando.
Se preguntó si estarían en el cuarto en ese momento, porque si estaban, no iba a dormir con ellas.