viernes, 26 de julio de 2013

Cap.57-Nueva información

-¡Ding, dong!-sonó por tercera vez el timbre de la casa.
Irene se estaba acabando de cepillar el pelo lo más rápido que podía.
-¡Au!-exclamó, desenganchando el peine, que se había enredado en un nudo.
Irene contempló el nudo, que estaba cubierto de queso pegajoso.
Hizo una mueca y decidió que le diría a sus amigas que pasaran media hora más tarde.
Les abrió la puerta y se encontró con Noelia y Laura, que se tiraron a ella como dos chicas luchando por la misma camiseta en las rebajas.
Se saludaron amistosamente e Irene les pidió que pasaran media hora más tarde.
-Ehhh...Va a ser un poco difícil pero lo intentaremos. Sino, búscanos por el parque de aquí cerca o en el Starbucks-le informó Laura.
A Irene le resultó un poco extraño lo de <<Va a ser un poco difícil>>, pero se calló.
Se despidieron e Irene se metió en la ducha.
Después, se vistió con una camiseta que se había traído en la que ponía: Live the  life you've imagined. Unos shorts vaqueros y unas sandalias.
Se hizo una coleta alta y esperó haber si sus amigas aparecieran.
Mientras esperaba, se sentó en un sillón del salón y revisó en su smartphone si tenía algún mensaje de sus amigas del internado, y, como era de esperar, tenía varios de Adel, alguno de Carol, otros de Nicol...
Estaba empezando a responder cuando el timbre de su casa sonó de nuevo.
Se apresuró en levantarse y fue a abrir. Delante tenía a Noelia, que estaba esperándola.
-¡Voy a salir un rato!-gritó Irene, antes de cerrar la puerta.
Irene y Noelia hablaron animadas de como iba todo, su vida en el internado...
-Por cierto, ¿A donde vamos?-le preguntó Irene.
-Pues no sé. Verás...Hay una cosa que no te he dicho-le desveló Noelia.
Irene la miró preocupada.
Noelia se encogió de hombros.
-Pues, últimamente, Laura ha cambiado un poco y ahora sale a veces con los de primero de bachiller-contó Noelia, un poco apenada.
La gimnasta abrió sus ojos verdes celestes, impresionada.
-Y-prosiguió Noelia-Lo malo es que pues, son un poco como los "malos" de Bachiller y las chicas ya fuman y, no sé, a mi no me inspiran mucha confianza, pero Laura dice que le caen genial todos.
E hizo una mueca.
-¿Y en realidad ibamos a ir con ellos, no?-le dijo Irene.
Noelia asintió, mirando al suelo.
-Sí, bueno, ese era el plan que me ha contado Laura después de llamarte al timbre...
-¿Y tú quieres?-le preguntó Irene, a su amiga.
Noelia negó, sin ganas.
-Por eso he venido yo ahora a por ti sin Laura, porque si no nos hubiera tocado ir con ella y su pandilla de los de Bachiller-explicó-Aparte, luego creo que se iban a una discoteca y a mi no me dejan, no sé si a ti, y tendría que mentir.
-No, a mi seguramente tampoco me dejarían-le responde Irene-Aparte, no quiero mentir...
Recordó que una vez de pequeña, mintió diciendo a  su madre que ya había hecho todos los deberes, y luego en clase le tocó corregir a ella y no los tenía. Entonces, saliendo del colegio, de la mano con su madre, se encontraron a su profesora y le contó todo a su madre. Cuando ya estaban solas en el coche, su madre le explicó que no tenía que mentir nunca, y desde ese día, no mintió más.
Negó con la cabeza.
-¿Vamos a tomar algo?-sugirió entonces Noelia.
Irene recordó que no tenía dinero.
-No puedo, no he traído dinero, lo siento...
Noelia le dio una pequeña colleja a Irene.
-No digas eso, invito yo Irene-le dijo Noe, sonriendo.
Irene le dio las gracias y miró a su amiga. Le había echado de menos.
Tras sus gafas de pasta rojas, Noelia le dedicó una mirada.
Pasearon hasta una confitería que Irene nunca había visitado.
Se sentaron en la terraza, disfrutando del buen día que hacia.
Pidieron un trozo de tarta de queso para Irene, y macarons para Noelia.
Primero trajeron los macarons:

                                                             

Tenían una pinta.
Y a continuación la tarta de queso:

Empezaron a comer. Todo estaba buenísimo.
Tras comer 4 macarons y un trozo de tarta de queso, las dos ya estaban llenas.
Le preguntaron a la chica si el resto de macarons que sobraban se los podían llevar y les dijeron que sí.
Noelia pagó y salieron de la confitería.
Se lo estaban pasando genial hasta que...
Iban a cruzar un paso de zebra cuando Noelia murmuró: maldición.
-¿Qué pasa?-le preguntó Irene, cogiéndola del brazo.
-Allí está Laura y la pandilla de bachiller, que no nos vean o nos harán ir con ellos-susurró Noelia, dándose la vuelta y caminando rápido, Irene la imitó.
-No tenemos porque ir con ellos-dijo Irene.
-¿Le vas a decir que no a Laura, que llevas un montón sin verla?-le hizo pensar Noe.
-No, es verdad, pero...
Aumentaron el ritmo por si acaso les seguían.

Unos metros más atrás...
A Laura le pareció distinguir las coloridas gafas de Noelia a lo lejos, pero pensó que sería alguna alucinación suya, sino ya habría ido para saludarla.
Lo que ella no sabía, por suerte,  es que no había sido una alucinación suya...

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¡Hola! Ya tenéis el siguiente capitulo.
Espero que os guste y comentéis.
Muakis

2 comentarios:

  1. Es bonito volver a ver a gente que hace tiempo que no ves :) Y, a pesar de los pequeños percances, me alegro de que se lo estén pasando bien.
    Mmmmm... los marons y la tarta tienen una pinta!
    Por cierto, has cambiado el cursor, ¿verdad? Me gusta :)
    Un beso!

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  2. Vaya! Así que esa eraa la gente y la 'sorpresa' de Laura...
    La verdad es que la gente con la que se junta no es la mejor, menos mal que no las han visto.
    Me encanto!
    Besitos :)

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