jueves, 29 de agosto de 2013

Cap 65-Los juegos

A las siete de la mañana, de repente, sonó un solo de trompeta. Como la típica música de los campamentos cuando despiertan a los niños.
Se despertaron todas, enfadadas.
La música volvió a sonar por segunda vez, y a continuación se escuchó la voz de Mercedes.
-Buenos días chicos. Veréis, todos los años celebramos una especie de juegos así para competir.
-¡Ah, ya se lo que es!-exclamó Nicol, sonriendo.
-Shhhhhh-le indicó Mireya con el dedo.
-Entonces, pues, hoy no habrá clase-continuó Mercedes-
Todos los alumnos se acercaron a la ventana y aplaudieron.
-Como iba diciendo, hoy no habrán clases y lo que tenéis que hacer ahora es bajar ahora o después a apuntaros al deporte que elijáis.  Bueno, tienen que ser 2: una para a partir de las 11 hasta cuando acabe, (que será antes de la comida seguramente) o otro para las 15:30 hasta las 5:30. Y después, merienda.
Tras decir esto, todos los alumnos se empezaron a vestir rápidamente para bajar rápido y no hacer cola.
-¿A qué os vais a apuntar?-preguntó Irene, poniéndose ya un camiseta de manga corta.
-Yo seguramente a fútbol y a segunda no lo sé-respondió Adel.
Nicol se imaginó a Adel jugando a fútbol y se le escapó una sonrisilla.
Bajaron abajo y ya había bastante cola. 
Se pusieron y diez minutos más tarde les tocó.
-Yo...-Irene estaba mirando el papel con las cosas a las que se podían apuntar-¡Uy, si hay baile! Pues entonces yo a baile y a fútbol.
-Todas estáis con el fútbol-comentó Nicol, detrás suyo.
Se dirigieron al comedor para desayunar y cuando entraron, se dieron cuenta que habían puesto nueva decoración aposta para el día de hoy.
En las paredes, colgaban carteles de la competición. En el techo, habían enganchado pelotas inchables en un hilo. También estaban puesta guirnaldas de papel charol muy bonitas.
Pasando para ir a recoger el desayuno, Adel se fijó en una chica que llevaba un café de Starbucks en la mano. Abrió la boca, sorprendida.
-¿De donde los has conseguido?-
-Los tiene la cocinera, solo se los da si se lo pides, porque en realidad los tiene guardados, pero quedaban pocos, yo de ti iría ya a por uno-le contó la chica.
-Vale, gracias.
Adel se acercó a Nicol e Irene y les contó lo del café, y justo en ese mismo momento, una cocinera gritó:
-Quedan solo cinco cafés de Starpacks.
Se ve que su compañera le corrigió y dijo:
-Starbucks.
Adel, Nicol e Irene se lanzaron una mirada rápida y fueron corriendo al la barra.
Otras cuatro chicas también iban corriendo. Sería el momento perfecto para poner todo a cámara lenta.
Fue como una escena cómica.
Todas llegaron a la vez y sin querer empujaron a la cocinera y se le cayeron los cafés, salieron por el aire.
-¡Nooooooooooooooooooooo!-dijo Adel cuando el que tenía adelante estuvo a punto de caerse al suelo.
Pero Irene actuó rápido y se tiró como un pingüino para ayudar a Adel a coger el café. Al final, el café cayó en la espalda de Irene, que por suerte, con la tapadera, no se salió.
-Gracias-le agradeció sonriente, ayudando a levantarse a Irene.

Las otras chicas les miraban mal, pero a ellas les daba igual, habían conseguido el café.
Se lo bebieron sentadas un banco, disfrutando de la sombra que les daba un árbol.
Adel ya iba por la mitad del café. Pese a que hacia calor, les apetecía.
Por entre las plantas aparecieron las Teletubbies. Iban muy "provocativas" llevaban unos shorts súper cortos, una camiseta de tirantes que dejaba al descubierto el ombligo, de colores fosforescentes y llevaban los labios pintados de rojo.
-Hombre, si están aquí las putillas-les provocó Adel, maliciosamente.
-De putas no hablemos que vimos el beso que le plantaste al chico ese-le respondió Estela.
Irene lo recordó y se estremeció.
-Anda calla. ¿Ibais a buscar café? Oh, que pena, ya se han acabado-Adel dio otro sorbo a su café, y sacó la lengua como saboreándolo.
-Ya bueno, a ti también se te va a acabar-Estela se agachó y le arrebató el café.
A continuación, abrió la tapa y vertió café sobre Adel.
Abrió la boca mucho, pasándose la mano por el pelo.
-¿Pero eres gilipollas?-le dijo Adel, levantándose.
-Anda, que aún te queda, dame las gracias por haber sido buena-le devolvió el vaso a Adel.
Adel lo cogió y se lo echó a Estela en la cara.
Estela le empujó hacia atrás, pero le cayó igualmente.
Nicol e Irene sujetaron a Adel, sin saber si meterse.
Adel y Estela, ambas, estaban manchadísimas.
-Lo mejor será que dejéis la estúpida pelea y os vayáis a cambiar rápido-dijo por fin una Teletubbie.
Nicol asintió. Miró a Irene y con una solo mirada, Irene entendió lo que tenía que hacer.
Cada una cogieron a Adel de una brazo y de una pierna y se la llevaron.
-¡Hey, dejarme!-pedía Adel-¡No acabarás así Estela-le chilló.
Subieron como pudieron las escaleras con Adel colgando.
Parecían niñeras con un niño travieso.
La gente las miraba. Normal, con una adolescente colgando, manchada de café.
En cuanto llegaron, la tiraron como un saco de patatas a la cama.
-Cambiate-Nicol le sacó ropa del armario-¡Ah! Y date una ducha.
Adel asintió a regañadientes.
Irene, se tumbó en la cama y revisó su móvil. El icono del WhatsApp y del Gmail estaban ahí:
Un correo no le extrañaba. Pero, ¿Un WhatsApp a esas horas?
Y si fuera...No, no podía ser. Tardó unos segundos en decidirse a entrar en la aplicación.
Apretó a la app  espero unos segundos para que se abriera.
Tenía varios WhatsApps pero entre ellos, dos eran de...¡Dani!
Apretó al chat:
-Hola Irene, te estoy viendo ahora mismo, pero tu no a mi.
Ese era el primero, el segundo era este:
-Bueno, nos vemos luego. Te estare viendo... ;)
Este chico dejándole con la intriga siempre.
Decidió ponerse una camiseta más bonita. Tal vez demasiado elegante para bailar, pero se la cogió:

Así mejor. Se cepilló de nuevo. 
Se había dejado el pelo suelto.
Se sentía un poco nerviosa, pero a la vez muy contenta. Era...raro.
Bajó las escaleras rápido, esta vez si que se había cogido el móvil.
-¿Donde estás?-le escribió mientras bajaba las escaleras.
En la pantalla apareció: Escribiendo...
Su corazón empezó a latir rápido.
Sonrió por si acaso le estaba mirando.
-Pues justamente ahora no te estoy viendo, tengo que ayudar a preparar cosas
Irene dejó de sonreír. Que vergüenza, menos mal que el no se había enterado.
Le escribió que vale y se esperó abajo. Natasha también estaba por ahí abajo.
-¡Irene!-la llamó entre la multitud.
-Hola Natasha-se dieron un abrazo.
-Me alegro de que estes mejor. ¿Qué vas a hacer tu ahora?
-Baile, ¿Tú?
-¡Yo también!-exclamó Natasha.-¿Lo hacemos juntas?
-Si nos dejan...
-Sí seguro. Yo quiero bailar la de I love it, porfa, pero yo digo: I don´t care, que me hace ilu, porfa Irene-le pidió Natasha, con los ojos brillantes, como una niña pequeña pidiendo a su madre algo.
-Vale. O si no, una de Justin, vale?
Natasha asintió.
Se quedaron hablando hasta que en los altavoces anunciaron que fueran a donde se habían apuntado. Que habían moritores por ahí puestos.
Natasha cogió del brazo a Irene y la llevó corriendo.
Se habían apuntado a baile también algunas más mayores y poquitas más pequeñas.
-Vale, poneros en grupos o parejas, y elegid una canción de estas-explicó una monitora: Come and get it; How you doin; Maria;
Al decir esto, Irene saltó
-También Kiss You; el Tiburón y ya. ¿Cual queréis?
-¡Nosotras Maria!-anunció Irene.
-Joooo, que pena, no está la mía-dijo Natasha-Pero, por lo menos está la que te gusta a ti.
-Tenéis media hora para practicar-añadió otra.
Empezaron- fue una media hora completa, cansada, pero ya tenían el baile montado.
Mientras esperaban a que otros grupos acabarán, Irene vio que tenía otro WhatsApp:
-Con que vas a bailer, espero poder verte.
El cuerpo de Irene se tensó, ¿Le vería bailar? La verdad es que el baile a veces tenía ciertos movimientos de cadera "sexys" por así decirlo.
La monitora anunció que empezaban en ese momento. Unas chicas mayores salieron a bailar la del Tiburón. Cuando acabaron, la monitora les dijo que les tocaba a ellas.
Salieron a bailar. La múscia sonó y Irene se fue acostumbrando. Bailó lo mejor que pudo.
Mientras bailaba le pareció ver una sombra a los lejos. ¿Sería él?

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Hooola!!!!! ¿Os ha gustado el cap? Espero que sí.
Una cosa, muchas gracias a quienes se han hecho seguis de mi blog con Aida Styles (Andrew y Chloe dos hermanos poco corrientes)  Bueno a Amistad, Super blogs y a la autora del blog Siempre Contigo.
Muakis!
PD: me podéis votar en este blog please: itssuperfun.blogspot.com
Porfa, os lo agradecería mucho :)

Nuevo blog :D

¡¡¡Hola!!! Tengo una buena noticia!
He creado un blog con Aida Styles.
Si leísteis mi otro blog (el de las ladies) sabéis que lo vamos a cerrar por motivos de que no lo estamos llevando muy bien (el blog) y por lo tanto lo cerramos.
Pero he abierto otro!!! El blog es este: Andrew y Chloe dos hermanos poco corrientes
Espero que os guste y lo visitéis para verlo.
Y eso, el siguiente cap ya está en marcha.
Muakis!!

miércoles, 28 de agosto de 2013

Cap.64-Menuda tarde

Corrió y corrió hasta que se cansó. Se paró, jadeante, y se sentó en un pasillo de la zona de las clases.
¿Por qué le había molestado tanto? Si se suponía que Dani no le importaba...
Se tocó la mejilla y vio que estaba húmeda. Había llorado sin darse cuenta.
Se abrazó las rodillas y se las pegó al cuerpo, agachó la cabeza y se quedó así durante un buen rato.

*****
Dani se separó de Adel bruscamente. 
-¿No te ha gustado?-le preguntó Adel, algo molesta.
-Eh no, bueno sí, eh, ¡No lo sé! ¿Donde está Irene?-dijo Dani con ademán de irse.
Adel le retuvo.
-¿Qué pasa con ella?-dijo Adel, sintiendo una oleada de celos.
-Pues que, estaba aquí, te iba a decir algo, y ha salido corriendo...
-¿Estaba aquí? No me había ni enterado.
-Será mejor que vuelvas allí dentro-le aconsejó Dani, señalando el gimnasio.
Tras decir eso, él salió corriendo.
La buscó por el jardín, el comedor...Hasta estuvo por entrar en los vestuarios de la piscina, pero nada.
Se sentó a descansar en un silla del comedor y se quedó contemplando la apuesta de Nicol y Claudia, que, según le habían informado, ya iban por la décimo quinta botella de agua.
Nicol estaba dando pequeñas saltitos, aguantándose las ganas de ir al baño. Claudia, en cambio, decía que estaba genial, pero en realidad también tenía ganas de ir al baño.
-¡Décimo sexta!-exclamaron a la vez, tirando la botella que se habían bebido ya.
Abrieron y empezaron a beber. En menos de treinta segundos, ya se la habían acabado.
-Oye, ¿Y qué tal si terminamos y cada una nos llevamos 5 euros?-preguntó Claudia, temblando.
-Trato hecho-contestó Nicol-¡Adiós!
Y se fue corriendo al baño. Claudia la imitó.
Fueron al baño de al lado del comedor, en el que solo había una cabina.
Nicol intentó abrir la puerta, pero el pestillo estaba puesto.
-Mierda, hay alguien-susurró-Hola, ¿Te queda mucho?
Nadie respondió, pero, se escuchó el movimiento de alguien en el baño.
-Yo me voy al vestuario de la piscina, no sé si llegaré pero no puedo esperar mas-le dijo Nicol a Claudia, antes de irse.
-¿Sales ya?-le preguntó, caminando de un lado para otro Claudia.
-Un momento-contestó una vocecita-Voy a tardar un poco...
-Joder.
Salió también del baño.
Dos pisos más arriba, y a la izquierda, una persona sorprendió a Irene.
-¿Irene, qué haces aquí?-se arrodilló.
Irene alzó la cabeza. Tenía a Natasha enfrente.
-Nada, quería estar sola, no le des importancia-le contestó, dando la mano a Natasha.
Natasha se apartó un mechón de su pelo rubio de la cara.
-Lo que te haya hecho que estés así o quién te haya hecho esto, tiene que ser importante-dijo.
Se levantó y tiró de Irene hacia arriba.
-Sí no me lo quieres contar no pasa nada, pero, sonríe y por más que bajes tu cabeza no dejes caer tu corona de princesa.
Irene sonrió, debilmente, pero lo hizo. Natasha siempre estaba ahí cuando lo necesitaba.
Se pusieron andar, ya estaban bajando las escaleras.
-Yo me tengo que ir a hacer cosas, pero, recuerda lo que te he dicho, eh princesa?
-Sí. Gracias por animarme.
-No me las des.
Se despidieron y Irene bajó. Fuera hacia ya bastante calor. El verano se aproximaba.
Estaba cruzando el jardín, cuando, una voz a su espalda le llamó:
-¡Irene, espera!
Se giró para ver quien era, y se dio cuenta de que era Dani.
-Da igual, déjame, tengo prisa-le gritó empezando a correr.
No fue lo suficiente rápida porque notó que unas manos la cogían, mientras se caían a la hierba.
Miró que tenía a Dani justo debajo, sentía el calor que emanaba su cuerpo.
Se quería levantar pero sus piernas no le obedecían.
<<Momento peli, ¿Por qué me pasa todo a mi?>>pensó.
Se quedaron varios segundos en silencio, mirándose, hasta que por fin, las piernas de Irene le obedecieron y se levantó.
Se alisó la camiseta que llevaba. Iba aún con la ropa de rítmica. Enrojeció al instante en que se fijó.
-¿Qué querías?-le preguntó, sin atreverse a mirarle.
-¿Por qué has actuado así?-le preguntó Dani, mirándola.
-¿Vas a responderme con otra pregunta, lo sueles hacer siempre?
-No, Irene solo quiero saber eso. Porque me he quedado extrañado.
Irene le miró por primera vez, recordando el beso con Adel.
-No ha sido nada, yo pues me he quedado sorprendida porque...
Dani le calló, pero de una manera muy especial; le dio un beso, un inesperado y dulce beso.
Duró un ratito. Fue como si en el mundo solo existiese Dani y viceversa.
Se separaron. Dani tenía los ojos brillantes.
Ninguno sabía que decir, hasta que Dani, le guiñó un ojo y se fue.
Irene se quedó ahí, aún sorprendida de lo que le acababa de pasar.
Estaba feliz, aunque también confundida. ¿Le gustaba a Dani, o solo le había dado aquel beso para que estuviera feliz?
Suspiró.

*****
-¡Irene!-exclamó Nicol.
-¿Qué?-respondió su amiga, con la mirada perdida.
-Que si quieres agua, yo, no quiero, hoy ya he bebido suficiente.
-Ah, vale, ponme.
Adel esa noche no se había sentado con ellas, nadie sabía la razón, aunque Irene creía saber porque.
Se terminó lo que le quedaba de emperador en el plato y llevó su plato.
Después, se acercó a Adel.
-Hola-le saludó, deslizándose en el asiento.
-Hola-le contestó secamente.
-Me podrías haber dicho que te gustaba Dani...
-No estaba muy segura, y no quería que te enfadases ni nada.
Se lo debería haber dicho, en eso había hecho mal Irene.
-¡No me hubiera enfadado! Lo hubiera aceptado y ya que decidiera Dani-le soltó, malhumorada-Ahora pensará que soy una...una...¡Algo! No me sale la palabra. Si me hubieras dicho eso, no le habría besado.
-Lo siento Adel...
-Da igual, ahora ya...No te preocupes, lo dejaré en paz ya que te gusta a ti...
-No, lucha, a mi me da igual, que decida él-le animó Irene.
-No me has dejado acabar. te gusta a ti y el te quiere también.
Irene enrojeció un poquito.
-¿En paz?-le ofreció la mano.
-En paz-contestó Adel.
Se sonrieron y se fundieron en un cálido abrazo.
Adel acabó de cenar también y se subió con Irene a la sala común.
Se pusieron a ver la TV, cuando, de repente, entró Nicol cantando al ritmo de la samba.
-¡Tengo 5 euros, tengo 5 euros!
Adel fue astuta y se puso a grabarlo.
-Y como no te calles subimos esto a Youtube-canturreó también Adel.
-¡Noooooooooooooooo!-chilló Nicol, como una película dramática-Ya me callo.
-Así me gusta-dijo con aire de suficiencia Adel.
Se rieron las tres.
-¿Vemos una peli?-sugirió Irene, levantándose para ver las películas que habían en la estantería.
-¡Vale!-exclamó Adel-Voy a hacer palomitas.
-Pues yo voy a...Ups, yo no tengo nada que hacer-dijo Nicol, cogiendo un cojín-Espera sí...
Le lanzó el cojín a Irene en la cabeza.
-¡Au! Las manos quietas-dijo Irene, se acercó a un sofá y cogió otro cojín.
Nicol lo esquivó.
-¡Tonta!-le insultó de broma Irene.
Tomó carrerilla y se lanzó encima de Nicol.
Empezaron a pegarse, de broma, una encima de la otra. Un minuto después apareció Adel con un cubo de palomitas:

-Señoritas, por favor, aquí no hagan esto, vayan a su cuarto para hacer sus cosas... íntimas-dijo.
-¡Hala Adel! Que estamos peleando, no seas mal pensada.
-Sí, peleando, lo que tú digas-volvió a pincharles Adel.
Nicol le lanzó un cojín, y las palomitas se le cayeron de las manos.
A continuación, todo fue una lluvia de palomitas por el aire y cojines.
-¡Estúpidas!
Hicieron mini guerra de palomitas y cojines.
Al acabar de pelear, tuvieron que recoger todo, y se olvidaron por completo de la película.
Se pusieron el pijama, ya de manga corta y se fueron a dormir.

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Hola chicas, aquí tengo el cap!!! Espero que os guste y comentéis!
Una cosa, dentro de poco ya llegará el final del primer curso en el internado ;)
Jeje, en fin, eso, muakis!!

He vuelto!!!

¡HOOOOOOLA! Sí, he vuelto!!!!  ¿Me habéis echado de menos xD?
Ok, ya me relajo un poquito.
Hola lectoritas mías (sí, ahora no sé por que os llamo así)
¿Qué tal estáis? Yo, genial, por fin he vuelto.
Me lo he pasado muy bien en Bretaña, hay muchas cosas para visitar. Los paisajes son muy bonitos todos, y algunas calles, me recordaban a Privet Drive (quien haya visto o leído Harry Potter sabrá lo que es)
La verdad, me he acordado mucho de vosotras y del blog, Bretaña me ha dado mucha inspiración jajaja.
Siento que en algunos blogs no haya podido comentar, pero, no tenía mucho tiempo y encima era con el móvil, así que, sorry.
Bueno, y, gracias a los recientes seguidores que se han unido, muchas gracias :D
También, felicidades a Aida Styles, que sus seguidores han subido como la espuma, me alegro mucho por ti.
Ahora mismo voy a seguir escribiendo el siguiente cap.
Muakis a todas!!!!

lunes, 19 de agosto de 2013

Cap.63-¡Qué mal día!

No supo que responderle. Tras varios segundos pensando, decidió ponerle un simple <<Hola>>.
Desde el principio pensó que se estaba metiendo en un lío, y que tenía que dejar de hablarle.
La conversación se alargó diez minutos más, hasta que Irene le tuvo que decir que se tenía que ir, una pequeña mentirijilla.
Estaba ya diciéndole adiós, cuando, una voz le dijo al oído:
-¿Con que tienes su móvil, eh pillina?
A Irene le dio un escalofrío. Era la voz de Adel, no supo si lo decía enfadada o de broma.
-Sí. Te lo iba a decir. ¿Lo quieres?-disimuló Irene, pese a que no le apetecía nada, se lo ofreció.
A Adel le brillaron los ojos.
-Di-dijo ya apretando a Nuevo contacto en su móvil.
Irene se lo dictó y Adel se lo apuntó.
Con una sonrisa, Adel empezó a escribirle en el WhatsApp.
-Yo me voy a dormir-anunció Irene.
Se dieron las buenas noches y apagó su luz.
Poco a poco, se durmió. Había vivido muchas emociones ese día

*****
Le despertó el sonido de unas teclas del móvil.
Pestañeó varias veces, y contempló como Adel escribía rápidamente en su móvil, concentrada.
Miró el reloj, eran las siete menos cuarto, se había despertado un cuarto de hora antes.
Adel se dio cuenta de que Irene ya estaba despierta.
-Buenos días-le saludó, aún tecleando.
-Hola...-Irene se incorporó-¿Qué haces?
-Pues, estoy hablando con Dani; dice que soy muy maja-dijo, orgullosa.
-Me alegro...-comentó Irene, levantándose.
Se cogió su uniforme y se fue a detrás del biombo a cambiarse.
Tras vestirse, dijo que se iba a desayunar.
-¿Ya, no te quedas conmigo?-le había dicho Adel, por primera vez dejando el móvil a un lado.
Irene negó con la cabeza y salió por la puerta.
Los pasillos estaban silenciosos.
<<Normal, la gente baja a desayunar más tarde>>pensó.
Era un día soleado.
Entró en el comedor. Y, si habían algunas personas.
Se cogió una magdalena y leche.
Se sentó en una mesa, ella sola, y empezó a desayunar.
Mojó su magdalena sin ganas, y se la comió de dos mordiscos.
Recogió su vaso y lo llevó. Ya estaba saliendo cuando entraron por la puerta las "Teletubbies".
-Huy hombre. ¿Qué haces tan sola, te has quedado sin amigas? No me extraña-se burló Estela.
-Si tú lo dices...Pues vale-concluyó Irene.
Salió del comedor. Ese día no estaba empezando bien.
Cruzó el jardín hasta su cuarto. Adel ya no estaba. Se lavó los dientes y cogió su mochila.
Se sonrió a si misma en el espejo y salió de nuevo.
No sabía que hacer. Aún le sobraba un rato hasta las ocho y cuarto.
Ya estaba bajando las escaleras cuando vio a Adel a lo lejos, retocándose el brillo de labios.
Se acercó a ella.
-Hola Adel, ¿A donde vas con tanto maquillaje?-le preguntó, extrañada.
Adel se había puesto brillo de labios, rímel, y la raya.
-Ven conmigo a un sitio apartado-le susurró.
Irene pareció desconcertada pero se fue con su amiga a una esquina.
-Verás, ¡Dani va a volver! Ha dicho que vendrá por la tarde!-exclamó Adel, emocionada-Y como hoy por la tarde no hay clase...
-Pero hay gimnasia-le recordó Irene.
Adel se mordió los labios.
-Es verdad...Mierda...Pues le diré que venga a verme y yasta. Si a ti no te importa claro-dijo Adel, pensativa.
-No, que va, que venga, a mi me da igual-contestó Irene, aunque en realidad, no le daba igual, se había empezado a poner nerviosa.
Se despidieron. Adel le iba a dar un beso, pero dijo que no, porque le mancharía la mejilla de brillo.
Irene pensó en Adel besando a Dani con el brillo y le entró un escalofrío. Su amiga se fue a desayunar y ella  fue a su taquilla a coger los libros necesarios.
Esperó a que viniera el profesor. Aún faltaban diez minutos pero bueno.
Después de los 10 aburridos minutos, el profesor entró, junto con Irene.
Más tarde llegaron más alumnos y dio comienzo la clase.

*****
-Va a venir, va a venir, va a venir-repetía Adel una y otra vez de camino al gimnasio.
Irene se bebía su zumo.
La verdad es que a ella ya le daba igual Dani. Se había hecho ilusiones para nada. En realidad Dani prefería a Adel. Le había mentido.
A ella no le había enviado ningún WhatsApp de que venía, aunque lo había bloqueado, no se lo habría enviado igualmente, o eso creía Irene.
Entraron y se cambiaron el uniforme por un "culot" y una camiseta.
Adel no se quiso hacer una coleta, Irene sí. Aunque le había advertido a Adel de que su entrenadora les echaría la bronca, ella había hecho caso omiso.
Nada más entrar al gimnasio, la entrenadora le riñó a Adel.
-Lo sabía-susurró Irene.
Adel se hizo un coleta a regañadientes.
Empezaron a entrenar, y Dani no estaba. Un cuarto de hora después, Dani seguía sin aparecer.
Adel se desesperaba.
En otro sitio del internado; Nicol estaba haciendo una apuesta contra Claudia.
 A ver quien bebía más agua.
Había un corro alrededor de ellas.
-¡BEBE, BEBE, BEBE, BEBE!-decía la gente que estaba con ellas.
Ya llevaban cuatro botellas de 50 cl.
Quien ganase se llevaría 10 euros.
Un chico entró en el comedor.
-Perdonad, ¿Donde está el gimnasio?
-Está...Por...Allí...A...La...Izquierda-le contestó Nicol, entre trago y trago.
Aunque no se aclaró mucho con su respuesta, Dani, que era el chico, buscó el gimnasio.
5 minutos después, lo encontró y entró.
Se sentó en una grada y se quedó viendo a las gimnastas, que se habían dado cuenta de la presencia del chico y ahora le saludaban al pasar, sonrientes.
Adel también se dio cuenta de que Dani había llegado y se soltó el pelo. Le dijo a la entrenadora que si podía salir un momento y esta cedió.
Adel cogió su botella de agua y se acercó a Dani.
-Hola, mejor vamos a fuera a hablar un momento, no? Aquí hace mucha calor-le dijo Adel, mientras se tiraba agua por el escote y haacia que la camiseta se transparentase.
A lo lejos, Irene vio el gesto de Adel.
<<¡Será idiota! Eso es de una peli>>pensó, rabiosa.
Dani estaba flipando un poco ante Adel.
Salieron afuera y charlaron. Poco a poco, Adel se aproximaba más a Dani, hasta un punto en que sus rodillas se tocaron.
Adel se inclinó un poco y, le besó.
A Dani le había pillado inesperadamente.
Justamente, en ese momento, Irene entró para decirle a Adel que la entrenadora pedía que entrase de nuevo.
Y cuando los vio, se le cayó el alma a los pies y salió corriendo.

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¡Hola! Otro nuevo capitulo, y también con <3
Espero que os guste y comentéis.
Muakis!

viernes, 16 de agosto de 2013

Cap.62-Dani...

Abrió los ojos lentamente. Vio una intensa luz brillando sobre ella, y los volvió a cerrar.
Escuchó murmullos y voces que se aproximaban.
Alguien le cogió la mano.
-Hola Irene. Ya te has despertado. Llevas durmiendo desde las cuatro, y ya son las nueve.
Los abrió de nuevo y vio a Mercedes, mirándola.
Entonces, recordó todo. Antes de que el ladrón le hubiera puesto el pañuelo, ella había chillado, y alguien le había oído. Por eso ahora estaba allí y no le había pasado nada.
-¿Cazaron al ladrón?-preguntó ella, alzándose.
-Sí. Aída llamó a su hijo Daniel, llamémosle Dani, que también es jovencito, tiene 18, y justamente él también estaba por el jardín y te oyó gritar. Fue corriendo a donde estabas y como el ladrón vio que no llevabas el bolso encima, pues dijo que te dejaba ahí,  aunque luego nosotros lo vimos entre unas plantas, pues, te dejó allí con Dani, después ya la policía le detuvo-relató Mercedes.
-Ah, ¿Puedo ver a Dani y agradecerle lo que ha hecho por mí?-pidió Irene.
-Vale, antes estaba en el pasillo con Adel, han hecho buenas migas...-le explicó.
<<Osea que Adel ya le ha echado el gancho, como es la tia>>pensó, pero no dijo nada.
Mercedes abandonó la sala y en cuanto lo hizo; Irene se levantó y se miró en un espejo que había. Se peinó un poco con los dedos y se volvió a sentar.
La puerta se abrió y por ella apareció un joven atractivo de pelo castaño y unos ojos verdes miel muy bonitos.
-Hola, bueno, te quería decir que gracias por haberme salvado, entre comillas-empezó Irene.
-¿Salvado? Que va, si no hubiera ido yo te habría dejado el ladrón en el suelo, yo solo he ayudado a llevarte aquí; No me des las gracias, aunque, de nada-contestó.
-Eh, ya, de todas formas, eso, que gracias aunque solo haya sido cogerme como tú dices.
Dani sonrió. Tenía una sonrisa Trident, como llamaba Irene a las personas con una sonrisa perfecta, o casi perfecta.
-De nada de nuevo.
Ambos rieron un poco.
-¿Adel está por allí, no?-le dijo Irene.
-¿Tu amiga? Sí, antes estaba hablando con ella, es simpática.
A Irene le alivió que solo dijera simpática. ¿Pero por qué?
-Ahh, ya, es muy amable-añadió ella.
-Y mona-dijo guiñando un ojo Dani.
¿Qué? ¿Mona? Irene se puso nerviosa. ¿Como que mona?
-Tiene novio-le dijo Irene, sin pensárselo.
¿Pero que hacia diciendo eso? Y la misma pregunta: ¿¡Por qué!?
-¿Sí? Bah, no pasa nada, no la veía como algo más, solo como amiga conocida recientemente.
La gimnasta se rió ante el comentario.
-Espera, creo que ya cortó. Pero tu calla esto y haz como que no lo sabes, eh?-le confesó.
Dani asintió.
-Igualmente, vuelvo a repetir, no me interesa.
Charlaron un ratito más, pero llegó la hora de despedirse.
-Creo que me voy a ir a cenar. Espero volver a verte otro día-dijo Irene, ruborizándose un poco hasta ella misma de lo que había dicho.
-Y yo. Por si acaso, ¿Nos intercambiamos los móviles?-sugirió Dani, dispuesto a darle el suyo.
¡Le estaba dando el móvil! Irene estaba súper feliz.
-Claro.
Se los intercambiaron.
-Ah, una cosa más, se te cayó esto-añadió Dani, sacando un colgante de su bolsillo.

-¡Es verdad! Muchísimas gracias-mientras lo cogía, sus manos se rozaron, pero fue apenas un segundo.

-Se te debió de caer mientras corrías, es de algún novio?. Y de nada por tercera vez. Yo un día de estos voy a volver a ayudar a mi madre y tal. Así que... 
-No, que va, no tengo novio.
-Que raro, con lo guapa que eres. Aunque yo tampoco...
Irene se puso rojísima.
Irene se levantó con la idea de decirle adiós con la mano y yasta, pero, al final, se despidieron con dos besos. Cuando se acercó a él, olía como a Hugo Boss.
<<AHAHAHAHAHAHAH!>>pensó Irene, mientras su corazón iba a mil.
Se fue saltando por los pasillos como una niña pequeña.
Llegó a la cafetería, y media cafetería se giró hacia ella. Pero Irene no se dio cuenta, estaba tan feliz que ni se fijó. Localizó a sus amigas y se sentó con ellas.
Empezaron a bombardearla  con preguntas.
Respondió a todas.
-Pues, ¿Sabéis que? He conocido a el hijo de Aída, y es...pufff, guapísimo-dijo Adel.
-¿Sí?-le preguntó Nicol, apunto de morder su perrito caliente.
-Sííííí. Es muy majo, aunque no he podido intercambiarme el número. Jooo, pero, parecía interesado en mí-alardeó Adel.
Irene casi se atraganta con el agua.
Que equivocada estaba Adel...¿Le diría que a ella si que se lo había dado?
-¿Estás bien, Irene?-se preocupó Adel, que había visto el gesto de su amiga.
-Sí, sí, es que mi agua está muy fría...-mintió.
Adel se conformó con su respuesta.
Acabaron la cena tranquila, Irene intentando desviar el tema de Dani.
Al acabar, subieron a su respectiva habitación. 
Se pusieron el pijama, pero no fueron a dormir. Mireya leía, Nicol estaba viendo un video del Rubius en su móvil, Adel escuchaba música y Carol con el móvil.
Irene no sabía que hacer, hasta que sonó su móvil. Tenía un WhatsApp:
-Hola guapa-y era de...Dani!!! Su corazón empezó a latir cada vez más rápido. En un principio, Irene pensó, que hasta podría explotar.
¿Se estaría enamorando de nuevo?

....................................................................................
¡Hooola de nuevo! ¡Otrooo capitulooo!
Jaja, dos capítulos en 2 días, hacia tiempo que lo hacia así.
Espero que os guste y comentéis.
En este he añadido "love" <3
Muakis!!!



                                                                 


jueves, 15 de agosto de 2013

Cap.61-Misterioso caso...


-¿Creéis que lo cogerán?-preguntó Adel, un poco asustada.
Nicol vaciló un poco antes de responder.
-Hombre, pues, seguramente no,  la policía está en camino y aquí han cerrado todas las puertas de las habitaciones y de todo...
Esa mañana, había entrado un ladrón al instituto, había robado varias cosas; entre ellas, los móviles de algunos alumnos, la Wii de la sala común..
-¿Lo véis? De algo sirve llevarse el móvil a clase aunque no dejen-había dicho Carol en su momento.
-E Irene cuando llegue, ¿Como va a entrar? Está todo cerrado...Como tenga que atravesar sola el internado-se unió a la conversación Mireya.
Adel cayó en eso.
-¡Es verdad! Hay que avisarle, que baje en alguna estación o algo...-dijo Adel, preocupada.
-No-le cortó Nicol-No vamos a decirle eso, porque tendrá que bajar y luego esperar a otra tren y...No es un lío.
Dejaron la conversación en el aire y se pusieron a hacer cosas (las pocas que podían en la habitación).
Al rato, Carol propuso una idea descabellada, pero divertida:
-¿Imitamos a los de Grease cantando?
Las demás le respondieron con una carcajada.
-Mmm...No sé, como?
-En Youtube hay versiones de karaoke. Podemos cantar la primera: Summer nights-explicó Carol, ya tecleando.
-¡Vale!-exclamó Nicol, que hasta el momento estaba un poco aburrida-¡Me pido Sandy! ¿Se llamaba así no?
Asintieron.
Carol le dio al Play y empezó a sonar la música:


Summer lovin' had me a blast - summer lovin', happened so fast
i met a girl crazy for me - i met a boy, cute as can be
summer days driftin' away, to uh-oh those summer nights
Tell me more, tell me more, did you get very far?
tell me more, tell me more, like, does he have a car?
She stood by me, she got a cramp - he went by me, got my suit damp

Adel era John Travolta, aunque no le salía muy bien, pero se estaban divirtiendo mucho.
Iban ya por la mitad de la canción, cuando alguien abrió la puerta, era el profesor de matemáticas.
Pero, como ellas iban danzando por la habitación y cantando, no se dieron cuenta y siguieron como si nada.
Fue Carol, que, segundos después, se dio cuenta de la presencia del profesor, y paró la música.
-Hey, Carol, no pares-refunfuñó Adel-Que ahora me tocaba a mi.
Entonces es cuando todas se dieron cuenta y se ruborizaron. El profesor estaba flipando.
-Perdonad que os estropee el pequeño karaoke que os habéis montado, pero, solo quería deciros, que no salgáis de la habitación, se que os lo han dicho antes, pero era un recordatoria.
Las chicas asintieron, y en cuanto el profesor se fue, se pusieron a reírse a carcajadas.
-Que vergüenza chaval-se quejó Adel, aún roja.
-Jajajaja, se ha quedado con una cara de: What the fuck?-se rió Nicol.
Siguieron riéndose un buen rato más.
Pero, de repente, se escuchó el sonido de una ventana haciéndose añicos cerca de la habitación. Tal vez abajo, o en cinco habitaciones más allá.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó Mireya, nerviosa.
-Hombre, pues, está claro que  ha sido un crist-empezó a decir Adel, que siempre tenía una palabra.
-¡Eso ya lo sé!-le contestó.
Nicol comenzó a meter cosas en su mochila, vaciándola de los libros.
-Hacer lo mismo que yo, meter las cosas más importantes en vuestras mochilas, y después ponerlas en lo alto del armario, lo más pegado a la pared-les aconsejó, cogiéndola y situándola en lo alto del armario.
Las demás la imitaron.

*****

Irene estaba dormida en el tren. Le había sido difícil entre el traqueteo y los sollozos de un bebé.
Pero no tuvo demasiada suerte, porque, luego, el bebé sollozó de nuevo.
<<¡Haz que se calle!>>-pesnó Irene, desesperada, rodando los ojos.
Aunque tampoco podía culpar a el bebé, ella también lloraba mucho de pequeña.
Segundos después, se dio cuenta que estaba sedienta. Sacó una botella de agua que tenía y bebió varios tragos hasta que sació su sed.
Contempló el paisaje que se extendía en su ventana. Árboles, y campos, de vez en cuando alguna granja.
-¿Quieres un poco?-Irene se giró, no sabía si le decían a ella, pero vio que en el asiento de al lado, una anciana le ofrecía un poco de chocolate.
-Ah, bueno, mejor para usted, no quiero abusar de su amabilidad-le dijo Irene, educadamente.
-No, no, guapa, coge, yo ya he comido un trozo y, no debería-le confesó, sonriéndole.
Irene le devolvió la sonrisa, que simpática que era esa señora.
-Pues, vale, muchas gracias.
La anciana partió un trozo y se lo entregó amablemente.
Lo comió muy a gusto.
Media hora después, ya habían llegado.
-Gracias por el chocolate. ¿Le ayudo a bajar?-le preguntó Irene.
-No, yo voy un poco más abajo, a Alicante. Gracias a ti, ojalá hubieran más jovencitas como tú.
Se despidieron e Irene bajó del vagón.
Pidió un taxi y dio la dirección del internado.
El camino se le hizo corto.
En frente del internado, estaban aparcado varios coches de policía.
-Huy, que raro-murmuró Irene.
Entró y fue hacia el jardín. Cruzó el jardín por el camino y fue abrir la puerta de la parte residencial, pero estaba cerrada. Lo intentó varias veces pero nada.
Escuchó pasos y pensó que sería un profesor.
-Hola, oye, ¿Por qué la puerta está cerrada? Es que necesito entrar y...
Se calló ella misma porque vio que no era ningún profesor.
Era un tipo alto, robusto, y llevaba un bolsa de tela en la mano.
Irene salió a correr rápido. Ese hombre le daba muy mala impresión.
Pero sus piernas se quedaban cortas y el hombre ya le pisaba los talones.
Tiró su equipaje a unas plantas y siguió corriendo como si le fuera la vida en ello.

*****
-¡Escuchad! Me ha dicho Claudia que ha visto llegar a Irene, por la ventana la ha visto, claro -anunció Carol.
Se miraron entre ellas.
-¿Y para qué entra? Irene siempre jugándosela-comentó Adel.
-Voy a ir a buscarla.
-¿Como?
-Voy a ir a buscarla-pronunció de nuevo las palabras en alto Nicol.
-Y yo-añadió Adel.
-Y yo-dijeron Carol y Mireya.
Abrieron la puerta y Cuando Nicol iba a pasar, Carol la detuvo:
-Esperad, esperad, hay que ir así como con el ritmo: It´s the final cutdown!
Pusó la musiquita y Nicol y todas empezaron a salir como si fueran superheroínas.

*****
Notó como unas manos le agarraban. Forcejeó varias veces, pero lo único que consiguió es que le apretaran más.
-Suéltame-le pidió Irene, pese a que tenía miedo, consiguió que su voz pareciera firme.
-Que te lo crees tú-le respondió. El ladrón, o criminal, tenía una voz áspera-Es más, para que te calles...
Sintió como le ponía algo junto a la boca y le apretaba. 
Poco a poco, le entró un sueño, y cayó rendida.

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¡Otro capitulo! Espero que os guste.
¿Os he dejado con intriga?
Muakis!
PD: siento si es un poco corto


miércoles, 14 de agosto de 2013

Cap.60-Una mañana entretenida.

-Venga Irene, ¡Baja a desayunar!-le ordenó Cristina, desde abajo.
-Un rato más-pidió ella, medio dormida.
-Ya son las once y media, si me espero un rato más se hará la hora de comer, venga, levanta-finalizó la conversación su madre.
Irene asintió  a regañadientes y se levantó. Estiró los brazos y se pasó la mano por los ojos, restregándose las legañas que tenía.
Fue al baño y se lavó la cara, con el agua fresca, cosa que ella no se había dado cuenta al principio.
Miró a ambos lados. Que raro, no estaba Elena.
Volvió a su cuarto pensativa, hasta que cayó en la cuenta de que hoy era lunes, y Elena tenía colegio.
Soltó una pequeña risita y bajó a desayunar.
-Por fin vienes-le dijo Cristina.
-No tenía otra opción-explicó su hija, sentándose en la mesa.
-Bueno, pero hoy de desayunar, como no he ido al trabajo por ti, y he tenido más tiempo, he hecho una cosa que te va a gustar-le aseguró Cristina, sonriente.
Irene le devolvió la sonrisa y añadió:
-Pues venga, que tengo hambre y además me pica la curiosidad.
-Cierra los ojos-le dijo Cristina.
Irene le obedeció y cerró los ojos. Escuchó pasos de Cristina que se alejaban, y luego, pasos que volvían. Esta vez olió a algo dulce: ¿Churros? ¿Algún pastel? ¿Una caja de donuts?
No, la caja de donuts no porque su madre no sabía a hacer.
Escuchó como depositaba el plato en la mesa y abrió los ojos.
Un bonito plato de tortitas se extendía ante ella.
Tenían muy buen aspecto y Cristina le estaba echando sirope.
-Hay más, estas son con miel y sirope, pero las demás son con...¡Nutella!
-Muchas gracias mami-le agradeció Irene, cogiendo el tenedor y el cuchillo.
Empezó a comer y a masticar las tortitas.
No tardó nada en acabar con las tres primeras.
-Ahora las de Nutella-le dijo Irene, levantándose a por el otro plato.
Las de Nutella estaban todavía mejor. El chocolate con la tortita...
También se las acabó rápido.
Paseó una mirada rápida por la cocina, buscando a ver si habían más.
Cristina captó su mirada.
-Lo siento, no hay más. Las demás que he hecho se las ha llevado tu padre a la oficina-le explicó.
-El muy goloso-comentó Irene, que tenía ganas de comer más tortitas.
Depositó su plato en el fregadero y le hizo un favor a Cristina lavándolo.
Después, se tumbó en el sofá y vio la televisión. Pero como no hacían nada, subió a su cuarto y se vistió.
<<Podría ir a ver a Noelia y Laura...>>-pensó-Ah no, si están en clase.
Bufó y bajó abajo. Podía hacer muchas cosas: conectarse con el ordenador, leer...
Pero ninguna le apetecía.
Se acercó a la jaula de los hamsters y contempló, divertida,  como jugaban en la rueda.
Abrió la jaula y cogió a Arándano.
-Uuuuysss, que cosita que eres-le dijo, cambiando la voz, mientras le acariciaba el hocico.
Entonces, Arándano se empezó a retorcerse rápidamente, y dio un pequeño mordisco a Irene.
-¡Au! ¿Le habrá enseñado Elena esto?-dijo.
A Arándano le dio tiempo a soltarse y salir corriendo por el salón.
-¡No! Arándano, no te vayas, por favor-exclamó Irene, cerrando las puertas.
Comenzó a perseguir a Arándano por el salón como una loca.
Ya lo tenía casi  cuando...se cayó.
Arándano parecía que se estaba riendo de ella, porque se había parado y se había quedado mirándola.
 Irene se pasó la mano por el lugar donde se había hecho daño y, de repente, y para sorpresa del pequeño roedor, se levantó y lo cazó.
-¡JA! Te he pillado. ¿No te lo esperabas eh?
-Irene, ¿Con quién hablas?-le llegó la voz de Cristina, extrañada.
-Ehhh, nada, que estoy aquí, y pues, decía lo bonitas que son las cortinas estas nuevas-mintió, como siempre, muy mal.
-Si no son nuevas-le respondió su madre.
-Ah, ¿No? Pues parecen, tengo muy mala memoria.
Después, Irene se dedicó a entrar en el portátil y buscar cosas en Internet.
Más tarde, hizo el pequeño equipaje y esperó a que llegara Elena del colegio, con su padre, ya que ese día no se quedaba al comedor de su colegio para despedirla.
Y llegó, entró por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja:
-¡No me quedo al comedor!-canturreó.
Se acercó a la jaula de sus hámsters y siguió "cantando":
-¿Habéis visto, chicos? ¡No me quedo al comedor!
-Elena, deja de hacer el subnormal por favor-le dijo Irene, que odiaba cuando se ponía a cantar Elena  por temas así.
-Stop-dijo Elena, poniendo una mano al frente, ante la mirada incrédula de Irene-Lo primero, un respeto. ¿OK?
Irene se rió en su cara.
-¿Qué es eso de OK? Puffff, ay Elena...
-Como iba diciendo, lo primero, un respeto. Porque, pa' subnormales, tú.
-Mejor Elena, solo te digo que dejes de cantar, VALE?-le contestó Irene, resaltando "vale" para que su hermana pequeña viera que no decía OK.
Se acercó hacia Elena, que miraba preocupada a la jaula.
<<Como se entere>>-pensó Irene.
-Arándano no sale de su casita-masculló Elena.
-Estará durmiendo, tendrá que descansar, ya sabes, cosas de hámsters-comentó la otra.
-Pero es muy raro, es como si me tuviera miedo-siguió insistiendo Elena.
Irene buscó un tema de conversación que desviara la atención de Elena hacia sus hámsters.
-Hoy he desayunado tortitas. ¿Tú?-
-¿QUÉ?-su hermana se giró en redondo hacia ella, pasmada.
-Si, tortitas con Nutella y con sirope también.
Elena la miró muy sorprendida y se fue directa a donde estaba Cristina.
-Mamá. ¿Por qué a mi no me has puesto tortitas?-se quejó.
-Lo siento Elena, es que ya te había hecho el vaso de leche y...
-Y como soy la primogénita-le cortó Irene, en broma.
Elena le miró.
-¿Qué dices de primos? Anda, deja a los primos en paz, que ellos no te han hecho nada.
-¡PRIMOS NO!-exclamó Irene-No se te puede explicar nada cuando estás enfadada!
Se pusieron a discutir, hasta que Cristina les calló:
-Elena, lo siento, esta mañana te he hecho un vaso de leche como siempre porque sino no te daba tiempo a ir al cole. Asunto zanjado.
La hermana pequeña subió las escaleras, enfadada. E Irene hizo lo mismo, pero feliz, y se subió a su cuarto.
Media hora después, comieron arroz y se fueron a acompañar a Irene a la estación.
Pese a la pelea entre Irene y Elena, se dieron un beso como si nada hubiera pasado.
-Hasta otro día-se despidió Irene, subiendo ya al vagón.
El tren empezó a moverse e Irene contempló desde una ventana a su familia y sonrió.

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¡¡¡Hola!!! Otro capitulo, sí!
Es que, el otro día se me olvidó decíros que tengo algo así como un pincho (se nota que no sé muy bien de estas cosas de bandas de internet y no se que)  y bueno, pues puedo conectarme a internet con el portátil, por eso he podido comentar en blogs, (aunque también he comentado desde el móvil)
Espero que os guste y comentéis ;)
Bueno, y se que lo digo poco, y lo siento, pero muchas gracias por la gente que comenta y hace que este blog pueda salir adelante.
Muakis!

sábado, 10 de agosto de 2013

Cap.59-Un día de celebraciones

-¡Irene!-la zarandeó por tercera vez su hermana, pero no hubo resultado.
<<Esta está roque>>pensó.
Lo intentó otra vez, pero no se despertó.
<<Pues, habrá que poner en práctica el plan B...>>
Salió de la habitación de Irene, y se dirigió al baño corriendo.
Cogió el vaso con el que hacia gárgaras y lo llenaba de agua al lavarse los dientes y abrió el grifo.
Esperó unos segundos para que se llenará hasta arriba y lo cogió.
Volvió a la habitación de Irene, y volcó el agua en la cara de Irene, como una cascada.
Enseguida Irene abrió los ojos, sorprendida.
-¿¡Pero tu eres...?!-a Irene casi se le escapó una palabrota-¿¡Tonta!? ¡Eso solo lo hacen en las pelis! Bufff, tienes que ver menos la televisión.
Contempló la almohada mojada y maldijo por lo bajo.
-¡Si te has despertado, ha funcionado mi plan! Aparte, he tenido la cortesía de llenar el agua en mi vaso-dijo Elena.
Irene abrió mucho los ojos.
-¿En el vaso en el que escupes la pasta de dientes y haces gárgaras?-le preguntó, asqueada.
Elena asintió.
-Anda, levántate-añadió Irene, levantándose-Y, eso no es una cortesía, haber si sabemos el significado de las palabras.
Le dio un empujón y salió de su cuarto directa a la ducha.
-Otra vez me tengo que lavar el pelo-bufó Irene.
-Pues date prisa que hoy es mi comunión, ¿Te acuerdas?-le comentó Elena, con voz cantarina.
Como respuesta obtuvo un portazo de Irene y fue a vestirse.
Un cuarto de hora después, Irene salió de la ducha, con el pelo enroscado en una toalla, secándose.
Sacó su vestido y se lo puso. Después, se calzó las sandalias. Ya estaba vestida, ahora le faltaba peinarse y maquillarse un poco.
Volvió al baño, y se quitó la toalla del pelo.
-¡AHAHAH, Elena, te voy a matar!-exclamó, mirándose las puntas, que ahora estaban pelirrojas, y contrastaban mucho.
Salió super enfadada del baño, hacia la habitación de Elena.
La pequeña, nada más verla, no pudo contenerse la risa, y soltó una sonora carcajada, que a Irene le desquició más.
-¿Has sido tú?-le preguntó, señalándose el pelo.
-No, te prometo que no, es que, verás, hace unos días, mamá quería probar como le sentaría el rojo, y se compró un champú especial para teñir el pelo un poco pelirrojo, y hoy por la mañana tal vez lo haya sacado para ponerselo, y como se ha  duchado en nuestro baño, mientras papá se duchaba en el suyo y 
tú te has equivocado y te lo has puesto de mascarilla-explicó Elena.
-¿Y ahora yo que hago?-le dijo Irene, jugueteando con las puntas.
-Supongo que te lo tendrás que enjuagar varias veces para que se te vaya...
-¿Estás de broma? ¡No me da tiempo!
-Pues en vez de quejarte, ve a quitarte eso ya, que pareces un pulpo.
Irene le pegó en el hombro y salió corriendo.
Se quitó el vestido con precaución, las sandalias, y se metió en la ducha sin pensárselo.
Abrió el grifo, y le cayó un chorro de agua fría.
<<Mierda, no la he dejado calentar ni siquiera>>
Pero hizo caso omiso a que le estaba cayendo agua fría y se lavó el pelo, por tercera vez en dos días.
Se enjuagó muy bien y repitió la acción dos veces más. Con eso sería suficiente.
Miró con repugnancia al bote de su madre:
<<Esto se lo voy a decir a mamá>>-pensó, saliendo de la ducha.
Cruzó los dedos antes de mirarse al espejo. Se situó enfrente y abrió los ojos...Esta vez si que lo tenía normal. Lanzó un gritito de alegría y se vistió de nuevo. Solo le quedaba un cuarto de hora.
Se secó un poco el pelo con el secador y se lo dejó suelto. Se puso rímel, cogió el móvil junto con algunas cosas que necesitaba, y las metió en el bolso.
Bajó abajo y esperó. Elena ya estaba lista. Iba muy mona: con el traje puesto, el pelo liso...
-Ya se te ha quitado el color-se fijó.
-Pues sí. ¿Estás nerviosa?-le preguntó Irene, colocándose a su lado.
-Un poco...¿Tú no lo estuviste?-dijo Elena.
-Pues claro. Es lo normal, tranquila.
Ambas se sonrieron.
-Estás muy guapa-le piropeó Elena-Espero poder heredar ese vestido, ejem ejem.
Irene se rió.
-Ya veré, ya veré.
Charlaron animádamente, hasta que bajaron Cristina y Pablo.
-Mira que princesas tenemos juntas-comentó Pablo, sonriente-Vamos, al coche.
Se subieron y llegaron a la iglesia en diez minutos.
Entraron, y, unos minutos después, comenzó la ceremonia, con tan mala suerte, que a algunos, entre ellos Irene, se les olvidó poner el móvil en silencio...

*****
Una notificación sonó en medio de la ceremonia.
Irene se llevó las manos al móvil. ¡Maldita sea! No lo había puesto en silencio.
Lo encendió, ante la mirada contradictoria de la mayoría de la gente que la miraba.
Siguieron sonando varias notificaciones hasta que lo puso en silencio.
<<Maldito 3G>>susurró, mientras se guardaba el móvil.
Lo que le había pasado podría servir en las secciones de cualquier revista que hay una sección de los "Ups" que la gente cuenta, pensó.

*****
Llegaron al restaurante y se sentaron en las mesas correspondientes que habían reservadas. Eran muy bonita y elegantes; el mantel blanco con un jarrón con flores dentro.
Sirvieron bebidas y más tarde, la comida. Estaba riquísima. Más tarde, sirvieron cafés a la gente que quería y para terminar, los regalos a los invitados.
Todo fue muy bien.
En el coche, de vuelta, Irene estaba asomada a la cuando alguien le gritó:
-Ey fea.
Irene se giró hacia el coche de atrás. Había un chaval asomado.
-Mira guapo, tu no eres Mario Casas, así que, aplícate el cuento.
Tras decir esto, subió la ventana. 
-Cuanto cretino hay suelto por aquí-murmuró.
Al llegar a casa, Elena se quitó el vestido y se puso a ver la tele, aunque, nada más empezar, cayó rendida.
Irene la contempló con cariño; pese a que a veces peleaban, la quería mucho.

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¡Sorpresa! He escrito un capitulo, sé que dije que no iba a escribir, pero al final he podido, mejor nop :)?
Espero que os guste!!!
Y, a Amistad Secreto, que tiene un blog genial, si queréis entrar es este: Amistad con One Direction
(tiene más también) quería decirle que muchas gracias por lo que dijo en su Ask. Lo vi ayer, me lo contó Aida Styles, ella también te lo quiere agradecer.
Bueno, eso, comentad :D
Muakis!!



domingo, 4 de agosto de 2013

No voy a poder escribir :(

Hola chicas!!!!
Quiero deciros una cosa, mirad, es que yo ya me he instalado en mi apartamento y allí no hay wifi, si quiero wifi me tengo que bajar abajo al club social que tienen en la urbanización y, pues no puedo hacer eso todo los días con el portátil arriba, portátil abajo. Espero que lo entendáis. De vez en cuando me bajaré y me conectaré para visitar blogs y tal, pero no voy a poder comentar mucho.
Sé que tal vez penséis que intento escabullirme o algo; pero desde luego que no es eso. Es simplemente que no puedo.
Ahora os estoy escribiendo desde me casa (porque hemos venido un momento a acabar de llevar unas cosas) .
Eso es todo, espero que me comprendáis.
Muakis :(

jueves, 1 de agosto de 2013

Cap.58-Un gran regalo y una mala noche

-Ya estoy en casa-anunció la gimnasta, dejándose de caer en el sofá, cansada.
Encendió la televisión y buscó en Boing, que  no hacían Hora de aventuras, así que puso Big Bang Theory.
Empezó a reírse nada más empezar. Unos minutos después, apareció su hermana, con el pijama ya puesto, reclamando la televisión. Irene negó su petición y a continuación, Elena se puso a taparle la televisión.
-Venga, Elena, déjame, que siempre la puedes ver desde que no estoy yo-le pidió Irene, empezando a perder la paciencia.
-No-le cortó Elena.
Irene se levantó, fue hacia Elena y la cogió  como si fuera un saco de patatas.
-¡Déjame, bájame!-le gritaba Elena-¡Mamá, Irene no me suelta porque está bien Bin Pan Leory y yo quiero ver otra cosa.
-Se dice Big Bang Theory, tontita-le corrigió la otra.
Se escucharon pasos bajaron la escalera.
-Irene suéltala-dijo Cristina, poniendo fin a la pelea.
La soltó suavemente en el suelo. La pequeña se alisó el pijama rápidamente.
-Oh, lo siento, señorita-ironizó Irene, contemplando a su hermana-He arrugado su bonito traje de dormir.
-Hey, a mi no me vaciles-le advirtió la pequeña.
Irene rió. ¿Donde había aprendido su hermana ese tipo de cosas?
-Mira, mientras tu hermana se ducha, tu puedes ver la tele hasta que ella vuelva-le dio permiso Cristina.
Irene la miró mal.
-Ya me he duchado esta mañana-se quejó.
-Estás sudada.
Pensó el recorrido corriendo que había hecho junto con su amiga. Normal que estuviera sudada.
Aceptó a regañadientes y subió. Se dio una ducha rápida y luego se vistió con el pijama que se había traído.
Bajó corriendo al salón.
-Ya he vuelto-le dijo a su hermana, sonriente.
A la otra no le sentó bien que hubiera bajado tan rápido.
-Te has duchado deprisa aposta-bufó Elena.
-Nooooooo. ¿En serio?-le picó Irene, acomodándose en el sillón.
Elena se acercó a ella y le pegó una patada en la espinilla.
La afectada hizo una mueca de dolor y le devolvió la patada, tal vez demasiado fuerte, porque se puso a llorar Elena.
-¡Te has pasado!-le reprochó, lloriqueando.
Irene se puso a su lado e intentó calmarla y le pidió disculpas.
La pequeña empezó a subir las escaleras, pero Irene le dijo:
-Da igual, yo ya no quiero ver la tele, para ti.
Elena sonrió y bajó corriendo el tramo que había subido.
-Gracias-le dijo Elena, dándole la mano.
Irene se puso a escuchar música. Apretó a la de This is love, y empezó a escuchar la melodía de un piano.
A mitad de la canción, le llegó una notificación del WhatsApp.
Era Noelia, y tenía malas noticias:  Irene! Laura m ha llamado, dice q va a pasar por mi casa y q luego iremos a la tuya :/
Irene contestó rápidamente: Y por q no le dices q no puedes???
-Porq vendria d todas formas, ya t he dicho q ha cambiado!
-Ok, ya planearemos algo, yo aun no he cenado y voy con el pijama. Hasta luego
Dejó el móvil y bajó a preguntarle a su madre si luego podría dar una vuelta con sus amigas, Cristina cedió.
Se cambió, esta vez se puso pantalones largos y una chaqueta de entretiempo encima.
El sonido de una silla moviéndose (Elena sentándose) le indicó que era hora de cenar.
La cena transcurrió rápido, y Pablo desveló una cosa:
-Bueno, pues, Irene, Elena ya lo sabe, de regalo de comunión. vamos a ir a...
<<Por favor, que no sea Disneyland>>pensó Irene, que quería ir a NY o a  Italia.
-A...¡Venecia!-exclamó Pablo.
-¡Sí, en Italia!-exclamó Irene, muy contenta.
Más tarde, le llegó un WhatsApp de Noelia diciendo que ya venían.
Irene estaba un poco nerviosa. Diez minutos más tarde, Noelia y Laura ya habían llegado.
-Hooola Irene. Te voy a presentar a unos amigos míos de bachiller, son muy majos, ya verás. Están en el parque. ¿Vamos?-dijo Laura, muy feliz.
Irene asintió, mirando a Noelia, un poco preocupada.
Llegaron al parque, y vieron las siluetas de los amigos de Laura, alumbradas por la poca luz que daban las farolas.
-Yeeee, Laurita-le saludó uno, cogiéndola de la cintura y atrayéndola hacia si.
Irene estaba flipando, Noelia le miró como diciendo: Te lo dije.
-¿Quienes son estas?-preguntó una.
-Unas amigas. Noelia, y I...
-¡Irailda!-le cortó Irene, inventándose un nombre, porque no quería que esos tipos supieran su nombre.
-¿Irailda?-dijo Laura-¿No es Irene?
-Ehhhh, no, bueno, en realidad es Irene, pero prefiero Irailda-mintió, muerta de vergüenza.
-Vale...-respondió Laura, extrañada.
El grupito empezó a sacar botellas de wisky y cerveza.
Noelia e Irene no sabían donde meterse.
-¿Queréis?-les ofreció Laura, bebiendo a morro de una cerveza que le había pasado uno, que también había bebido a morro.
-No, gracias-se disculpó Irene.
-¿Tus amigas no beben?-preguntó una chica rubia-Pues vaya...
Segundos después, varios sacaron un paquete de tabaco.
Laura sacó un mechero y se lo prestó a los demás.
Irene no se lo podía creer cuando vio a Laura fumar.
-Venga Laura, deja esta mierda de una vez-le susurró Irene a Laura, cuando vio que ya llevaba tres.
El aire apestaba a humo, y la mitad estaban borrachos, entres ellos, Laura, que se estaba besando con uno apasionadamente.
Irene decidió que se iba, cuando uno, que estaba borracho, se acercó a ella y le tocó el culo, diciéndole un cumplido malsonante.
-Laura, me voy-le dijo Irene.
Laura seguía besándose con el chico, que ahora estaba sin camiseta, y no le hizo caso.
Noelia también se fue con Irene.
-Laura se está buscando problemas-opinó Irene.
Estaban hablando sobre el comportamiento de la chica, cuando, escucharon la voz de Laura:
-Chicas, esperad.
Noelia e Irene se giraron.
-Laura, lo siento, pero no me gustan tus amigos, y, yo de ti, me buscaría a otros, ellos solo te están trayendo la mierda que te has fumado y cosas malas-habló con dureza Irene, pero no se arrepintió.
Un poco después de decir esto, Laura se puso a llorar desconsoladamente y se tiró al suelo.
-Yo no quise. Me enamoré de un chico de allí, y pedí ayuda a su exnovia para preguntarle sus gustos y eso y, ese día, me dieron a probar y empecé a ir con ellos...Y me convertí en lo que ahora soy. Una adolescente idiota, menor, sin amigos de verdad.
-¿Y por qué no me lo contaste?-intervino Noelia.
-No sé, vale?
-Será mejor que la acompañes a casa Noelia-sugirió Irene-Yo me voy ya. Y un consejo Laura, no vayas con ellos-le dijo tras darle un fuerte abrazo.
Se despidió y se fue directa a su casa.
Abrió y se encontró a su madre leyendo, en el salón.
-Hola mami-saludó Irene, dándole dos besos.
-¿Has fumado?-le preguntó Cristina, muy seria.
-¿Qué? ¡No!-dijo Irene.
-Irene, te lo repito, te doy una segunda oportunidad: ¿Has fumado?
-Va en serio, no-respondió, desconcertada.
-Hueles.
Irene cayó en eso, y le relató todo lo ocurrido, no tenía otra opción.
Al final no pasó nada, y aclararon todo.
Subió a su cuarto y ni siquiera se cambió, se tumbó en su cama, y se durmió.

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¡Hola! ¿Qué tal?
Ya tengo el capitulo! Yujuuuu!!!
Este capitulo se podría decir que es un poco "fuerte", pero espero que os guste
Muakis!
PD: unas preguntas, ¿Os gustaría que respondiese a los comentarios o os da igual?
Y, ¿Cuales son vuestros capitulos favoritos? ¿O no tenéis?
Muakis otra vez xD