-Un rato más-pidió ella, medio dormida.
-Ya son las once y media, si me espero un rato más se hará la hora de comer, venga, levanta-finalizó la conversación su madre.
Irene asintió a regañadientes y se levantó. Estiró los brazos y se pasó la mano por los ojos, restregándose las legañas que tenía.
Fue al baño y se lavó la cara, con el agua fresca, cosa que ella no se había dado cuenta al principio.
Miró a ambos lados. Que raro, no estaba Elena.
Volvió a su cuarto pensativa, hasta que cayó en la cuenta de que hoy era lunes, y Elena tenía colegio.
Soltó una pequeña risita y bajó a desayunar.
-Por fin vienes-le dijo Cristina.
-No tenía otra opción-explicó su hija, sentándose en la mesa.
-Bueno, pero hoy de desayunar, como no he ido al trabajo por ti, y he tenido más tiempo, he hecho una cosa que te va a gustar-le aseguró Cristina, sonriente.
Irene le devolvió la sonrisa y añadió:
-Pues venga, que tengo hambre y además me pica la curiosidad.
-Cierra los ojos-le dijo Cristina.
Irene le obedeció y cerró los ojos. Escuchó pasos de Cristina que se alejaban, y luego, pasos que volvían. Esta vez olió a algo dulce: ¿Churros? ¿Algún pastel? ¿Una caja de donuts?
No, la caja de donuts no porque su madre no sabía a hacer.
Escuchó como depositaba el plato en la mesa y abrió los ojos.
Un bonito plato de tortitas se extendía ante ella.
Tenían muy buen aspecto y Cristina le estaba echando sirope.
-Hay más, estas son con miel y sirope, pero las demás son con...¡Nutella!
-Muchas gracias mami-le agradeció Irene, cogiendo el tenedor y el cuchillo.
Empezó a comer y a masticar las tortitas.
No tardó nada en acabar con las tres primeras.
-Ahora las de Nutella-le dijo Irene, levantándose a por el otro plato.
Las de Nutella estaban todavía mejor. El chocolate con la tortita...
También se las acabó rápido.
Paseó una mirada rápida por la cocina, buscando a ver si habían más.
Cristina captó su mirada.
-Lo siento, no hay más. Las demás que he hecho se las ha llevado tu padre a la oficina-le explicó.
-El muy goloso-comentó Irene, que tenía ganas de comer más tortitas.
Depositó su plato en el fregadero y le hizo un favor a Cristina lavándolo.
Después, se tumbó en el sofá y vio la televisión. Pero como no hacían nada, subió a su cuarto y se vistió.
<<Podría ir a ver a Noelia y Laura...>>-pensó-Ah no, si están en clase.
Bufó y bajó abajo. Podía hacer muchas cosas: conectarse con el ordenador, leer...
Pero ninguna le apetecía.
Se acercó a la jaula de los hamsters y contempló, divertida, como jugaban en la rueda.
Abrió la jaula y cogió a Arándano.
-Uuuuysss, que cosita que eres-le dijo, cambiando la voz, mientras le acariciaba el hocico.
Entonces, Arándano se empezó a retorcerse rápidamente, y dio un pequeño mordisco a Irene.
-¡Au! ¿Le habrá enseñado Elena esto?-dijo.
A Arándano le dio tiempo a soltarse y salir corriendo por el salón.
-¡No! Arándano, no te vayas, por favor-exclamó Irene, cerrando las puertas.
Comenzó a perseguir a Arándano por el salón como una loca.
Ya lo tenía casi cuando...se cayó.
Arándano parecía que se estaba riendo de ella, porque se había parado y se había quedado mirándola.
Irene se pasó la mano por el lugar donde se había hecho daño y, de repente, y para sorpresa del pequeño roedor, se levantó y lo cazó.
-¡JA! Te he pillado. ¿No te lo esperabas eh?
-Irene, ¿Con quién hablas?-le llegó la voz de Cristina, extrañada.
-Ehhh, nada, que estoy aquí, y pues, decía lo bonitas que son las cortinas estas nuevas-mintió, como siempre, muy mal.
-Si no son nuevas-le respondió su madre.
-Ah, ¿No? Pues parecen, tengo muy mala memoria.
Después, Irene se dedicó a entrar en el portátil y buscar cosas en Internet.
Más tarde, hizo el pequeño equipaje y esperó a que llegara Elena del colegio, con su padre, ya que ese día no se quedaba al comedor de su colegio para despedirla.
Y llegó, entró por la puerta con una sonrisa de oreja a oreja:
-¡No me quedo al comedor!-canturreó.
Se acercó a la jaula de sus hámsters y siguió "cantando":
-¿Habéis visto, chicos? ¡No me quedo al comedor!
-Elena, deja de hacer el subnormal por favor-le dijo Irene, que odiaba cuando se ponía a cantar Elena por temas así.
-Stop-dijo Elena, poniendo una mano al frente, ante la mirada incrédula de Irene-Lo primero, un respeto. ¿OK?
Irene se rió en su cara.
-¿Qué es eso de OK? Puffff, ay Elena...
-Como iba diciendo, lo primero, un respeto. Porque, pa' subnormales, tú.
-Mejor Elena, solo te digo que dejes de cantar, VALE?-le contestó Irene, resaltando "vale" para que su hermana pequeña viera que no decía OK.
Se acercó hacia Elena, que miraba preocupada a la jaula.
<<Como se entere>>-pensó Irene.
-Arándano no sale de su casita-masculló Elena.
-Estará durmiendo, tendrá que descansar, ya sabes, cosas de hámsters-comentó la otra.
-Pero es muy raro, es como si me tuviera miedo-siguió insistiendo Elena.
Irene buscó un tema de conversación que desviara la atención de Elena hacia sus hámsters.
-Hoy he desayunado tortitas. ¿Tú?-
-¿QUÉ?-su hermana se giró en redondo hacia ella, pasmada.
-Si, tortitas con Nutella y con sirope también.
Elena la miró muy sorprendida y se fue directa a donde estaba Cristina.
-Mamá. ¿Por qué a mi no me has puesto tortitas?-se quejó.
-Lo siento Elena, es que ya te había hecho el vaso de leche y...
-Y como soy la primogénita-le cortó Irene, en broma.
Elena le miró.
-¿Qué dices de primos? Anda, deja a los primos en paz, que ellos no te han hecho nada.
-¡PRIMOS NO!-exclamó Irene-No se te puede explicar nada cuando estás enfadada!
Se pusieron a discutir, hasta que Cristina les calló:
-Elena, lo siento, esta mañana te he hecho un vaso de leche como siempre porque sino no te daba tiempo a ir al cole. Asunto zanjado.
La hermana pequeña subió las escaleras, enfadada. E Irene hizo lo mismo, pero feliz, y se subió a su cuarto.
Media hora después, comieron arroz y se fueron a acompañar a Irene a la estación.
Pese a la pelea entre Irene y Elena, se dieron un beso como si nada hubiera pasado.
-Hasta otro día-se despidió Irene, subiendo ya al vagón.
El tren empezó a moverse e Irene contempló desde una ventana a su familia y sonrió.
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¡¡¡Hola!!! Otro capitulo, sí!
Es que, el otro día se me olvidó decíros que tengo algo así como un pincho
Espero que os guste y comentéis ;)
Bueno, y se que lo digo poco, y lo siento, pero muchas gracias por la gente que comenta y hace que este blog pueda salir adelante.
Muakis!
Hola! Qué sorpresa, otro cap! La verdad, me ha gustado la persecución del hamster! Y lo de las tortitas también, lo de el muy goloso xD
ResponderEliminarBueno, que otro cap genial y no hay qué agradecer!
Muakss!
Jaja, ya.
EliminarY sí, si hay que agradecer xD
Muakis
Ahora me apetecen tortitas con sirope, miel y nutella xDD
ResponderEliminarJajaja! Irene corriendo tras Arándano jajajaja! Me partí con eso!
Y también con Elena, es tan graciosa :)
Y lo del: OK. También lo odio, bff, cuando me dicen: OK! Ni siquiera contesto o les contesto: OK para ti, bonita. Jajaja!
Y la broma entre las hermanas, ainss que me encanta!
Qué bien que hayas podido escribir, si es que me encantan tus caps *_*
Besitos :)
Síííí, en el momento que busqué la imagen de tortitas, a mi se me hizo la boca agua xD
EliminarAh ya, lo del OK, es que aparte pronuncian OC, ni si quiera okay, pero bueno...
Muchas gracias, y a mi me encantan tus comentarios :D
Muakis
Otro capítulo súper alegre y divertido :D
ResponderEliminarLos momentos familiares de Irene son siempre tan entretenidos ¡Esta chica nunca se aburre! jajajaja
Estoy a la espera de nuevas aventuras de Irene y sus amigas ^^ Que ya empezaba a echar en falta a las demás ;)
Un beso :3
Hola Laura!!
EliminarJaja, no, no se aburre.
Si, ya verás, tengo pensados ya un par de cosas para sus amigas y ella...
Muakis