Cap.43-Malas notícias

El lunes por la mañana, Irene recibió un WhatsApp de Natasha:
-Le stan haciendo unas pruebs a mi hrmano...spero k salgan bn, deseanos suerte, bsos
Irene lo releyó varias veces el WhatsApp.
-Claro k os deseo suerte, bsos!!
Apretó a enviar.
Se hizo una coleta alta, y bajó con sus amigas a desayunar.
La mañana pasó rapidísima. Hacia un día precioso, lo que ayudaba más a afrontar el odioso lunes.
Por la tarde, mientras Irene entrenaba, recibió otro WhatsApp de Natasha.
Irene no lo vio hasta las ocho y media. Vio que al encender el móvil estaba el signo del WhatsApp.
Lo malo era que, tenían un montón de deberes.
Irene pensó:
<<A ver, si lo abro, me entretendré respondiendo y seguramente alguien verá que estaré en línea...pero tal vez sea algo importante...>>
Al final, dejó las tentaciones de coger el móvil, y se puso a hacer deberes a toda pastilla.
Acabó a las nueve y media. Tenía una hambre...
Irene cogió el móvil y a la vez que bajaba las escaleras, leyó el triste WhatsApp de Natasha:
-...........Mi hrmano ha perdido la memoria, los mdicos dicen k ha salido todo bn, pork estaba muy grave y al final no ha muerto. volvere psado mañana, bsos...
La joven gimnasta se quedó impactada. Las palabras de Natasha trasmitían tristeza. Se le escapó una lágrima. Natasha debía estar destrozada.
Se restregó las manos por la cara y siguió su camino.
Se ve que llevaba mala cara, porque Adel le preguntó a Irene que le pasaba.
-Nada...solo que estoy cansado y tengo ganas de dormir-respondía Irene a Nicol y a Adel, que estaban un poco preocupadas.
-¡Wow!-exclamó Nicol viendo las hamburguesas que estaban repartiendo:

-Parecen americanas-señaló Adel.
-Es que lo son-dijo Claudia metiéndose en la conversación-Me lo ha dicho la cocinera.
-Yo nunca me he comida una sí-declaró Mireya.
Todas se giraron hacia ella.
-¿Nunca?-dijero al unísono Adel, Nicol, Irene y Claudia.
-Nunca. Haber, me he comida una hamburguesa, pero así, tan completa, no-respondió.
-Cada día nos sorprendes con una cosa Mireya-dijo Nicol sentándose.
Tuvieron una agradable conversación sobre que tipos de comida le gustaban a cada una, y, después de cenar, Irene se subió junto con Nicol.
Se pusieron sus respectivos pijamas, se cepillaron los dientes, y, después, Irene se tiró de espaldas a la cama y suspiró feliz:
-Hora de dormir.
-Sí-añadió Nicol.
Apagaron las luces y se taparon con la suave colcha.
Más tarde llegaron las demás, entraron silenciosamente y se acostaron.
Todas durmieron profundamente, no como Natasha, que sollozaba en la habitación de su hermano, en el ho

.........................................................................................................................
¡Hey! Me alegro de que os haya gustado el maratón, siento deciros que tal vez en los 2 último capitulos tarde en publicarlos, de verdad, perdonad.
Bueno, pues, como siempre, muakis!