¿Qué tal lectoras?
Pues mirad; acabo de pensar en una cosa...es una sorpresa.
Por ahora no publicaré ningún capitulo, tal vez tardé un tiempecillo
en dar a luz mi pequeña sorpresa, así que, ¡No os impacientéis! era broma :P
Bueno, pues eso es todo por ahora.
Gracias a las que leéis mi blog, que a veces se me olvida decirlo...
Muakis guapísimas!!
Ah, y...
viernes, 29 de marzo de 2013
sábado, 23 de marzo de 2013
Cap.42-Viaje imprevisto
Se acercaron hacia Natasha.
-Natasha, ¿Qué te pasa?-le preguntó dulcemente Irene.
-Cosas mías-fue lo único que dijo antes de irse.
El Sábado al mediodía, Irene se fue con sus padres a comer y con su hermana, por supuesto.
Comieron juntos, y después de comer, fueron a tomar un helado.
A las cuatro, fue la hora de despedida.
-Pues nos vemos dentro de dos semanas. ¿Qué día empiezan tus vacaciones?-le preguntó Cristina, su madre.
-El 27 creo. Bueno mamá, os llamaré el lunes. Adiós-se despidió entrando en el internado.
Subiendo las escaleras, escuchó un gemido.
Se quedó parada, escuchando para ver de donde venía.
Retrocedió varios escalones.
El sonido venía de la lavandería.
Abrió la puerta y entró.
Se acercó, caminó entre las lavadoras, hasta que lo descubrió: era Natasha.
-Natasha, cariño, ¿Por qué lloras?
Natasha lloró más.
Se quitó las gafas de sol. Sus preciosos ojos azules estaban rojos.
Irene se sentó a su lado, y Natasha apoyó la cabeza en el hombre de Irene.
Se quedaron así un rato, hasta que Natasha soltó todo:
-Pues, el otro día, mis padres me llamaron diciéndome que mi hermano pequeño, se había caído desde un árbol hasta el suelo, y que cayó mal, con la cabeza. Ahora está en el hospital, y tiene riesgo de muerte...
Natasha lloró y lloró.
Irene no sabía que hacer.
-Lo siento mucho, de verdad. Si yo pudiera hacer algo.
-No, nadie puede, solo el destino...-dijo con tristeza.
-¿Y por qué no vas a verle una semana al hospital?-sugirió Irene.
-Ya, podría, pero...¡No! Es buena idea. Ahora mismo voy a decírselo a Mercedes-exclamó Natasha levantándose.
Irene también se levantó y fueron juntas hasta el despacho de Mercedes.
Entraron de golpe y Natasha contó todo lo ocurrido y lo de si podía irse una semana.
-Vale. Pero, ¿Como irás? Tus padres deben de estar muy ocupados...¿Donde vives?-le respondió Mercedes preocupada por el tema.
-Yo soy de Albacete. Si eso, puede venir algún tío mio, o irme en tren...¡Pero algo!-dijo Natasha agobiada.
-Vale, llama algún familiar tuyo que pueda venir y mañana por la mañana te podrás venir.
-¡Gracias Mercedes!-dijo feliz Natasha, mientras abrazaba a Mercedes, que estaba atónita.
-De nada, con que estés feliz y puedas ver a tu hermano por última vez, o de nuevo, no tiene porque ser última...
Natasha llamó a un tío suyo, que aceptó recogerla.
Irene le ayudó a meter en su mochila algunas prendas de ropa, el móvil, y su neceser, que por cierto era de
Women'secret:
Cenaron y por la noche, Irene se despidió de Natasha, ya que se iría muy temprano por la mañana y no la vería:
-Espero que salga todo muy bien. Y cuando puedas, llámame o envíame un WhatsApp.
-Entendido-le contestó Natasha guiñándole un ojo.
Se fundieron en un fuerte abrazo y cada una se fue a su respectivo cuarto.
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¡Hey! Siento que este cap sea corto.
Espero que os guste (pese a que sea corto) y que comentéis.
Muakis!!
martes, 19 de marzo de 2013
Cap.41-Se resuelve todo, ¿O casi todo?
-¡No abráis!-gritó Mireya encendiendo las luces.
Otra vez llamaron a la puerta. No decía nada, solo daba toques con los puños.
-¡Toc, toc, toc!-se escuchó por tercera vez.
Adel empezó a llorar desconsoladamente.
-No quiero ser raptada, por favor, tengo aún mucha vida, no me raptes...-decía entre sollozos.
-Analicemos la situación; si quisieran raptarnos, no estarían llamando, habrían entrado a la fuerza-analizó Nicol.
-Es verdad-dijo Irene.
-¿Abrimos?-preguntó Carol.
Nicol e Irene asintieron.
-Pero antes, que alguien coja un paraguas-pidió Mireya.
Carol cogió su paraguas desplegable y se preparó delante de la puerta.
Cogió el picaporte con la mano derecha y lo movió.
Sin mirar quien era, le dio un "paraguazo"/golpe.
-¡Oh!-exclamó Carol arrepentida.
Cogió los pies, y lo trajo hacia dentro.
-Es hora de quitarle la máscara. ¿Quién quiere ser la voluntaria?-preguntó Carol.
-Yo misma-dijo Mireya-aunque estará con los ojos cerrados por el golpe.
Mireya acercó la mano y le retiró la máscara.
-¡Ohhhhh!-exclamaron todas.
Era Marco.
Empezó a abrir los ojos.
-¡Marco!-exclamó Adel.
-Adel-balbuceó debilmente Marco.
-¿Por qué has venido?-le preguntó Adel preocupada.
-Para verte...Por cierto, quien me ha dado con el paraguas, le digo que es buena bateadora.
Todas rieron.
-Perdona, pensaba que ibas a ser un ladrón o algo-se excusó Carol.
-No pasa nada...Bueno ¿Y qué tal os va?
-Pues muy bien. Aquí ya sabes...-dijo Irene.
-Oye, yo me quiero ir a dormir. ¿No podrías haberte presentado por la mañana?-bufó Nicol.
-Me pillarían. Siento haberos molestado, de todas formas, pasado mañana, cojo un vuelo a Italia.
-¿Qué?-preguntó Adel.
-Sí, voy a ver a mi familia.
-Vale, pues esperamos que te lo pases bien, ahora, ¿Nos podemos ir a dormir?-añadió Nicol.
-Vale. Os dejo chicas. Espero volver a veros algún, día, sino, Adel tiene mi teléfono-Marco se levantó y abrió la puerta-Adiós.
Y cerró tras de si.
Esa noche, Adel no pudo dormir. Di un montón de vueltas, hasta que, al final, a las 6 se durmió.
Una hora después, sonó el despertador.
-No he dormido nada-gruñó Adel.
-Pues esto es culpa de Marco. En fin...al final no era ningún ladrón-dijo Nicol empezándose a cambiar detrás del biombo.
Se vistieron y bajaron a desayunar.
Adel vio que de comer ese día habían tortellini (un plato italiano) y se acordó de Marco.
¿Estaría el pensando también en ella?
Aunque Adel tampoco era la única que estaba pensando en el amor. Irene también estaba pensando en Raúl. No sabía si creerle. De momento, no diría nada.
Otra vez llamaron a la puerta. No decía nada, solo daba toques con los puños.
-¡Toc, toc, toc!-se escuchó por tercera vez.
Adel empezó a llorar desconsoladamente.
-No quiero ser raptada, por favor, tengo aún mucha vida, no me raptes...-decía entre sollozos.
-Analicemos la situación; si quisieran raptarnos, no estarían llamando, habrían entrado a la fuerza-analizó Nicol.
-Es verdad-dijo Irene.
-¿Abrimos?-preguntó Carol.
Nicol e Irene asintieron.
-Pero antes, que alguien coja un paraguas-pidió Mireya.
Carol cogió su paraguas desplegable y se preparó delante de la puerta.
Cogió el picaporte con la mano derecha y lo movió.
Sin mirar quien era, le dio un "paraguazo"/golpe.
-¡Oh!-exclamó Carol arrepentida.
Cogió los pies, y lo trajo hacia dentro.
-Es hora de quitarle la máscara. ¿Quién quiere ser la voluntaria?-preguntó Carol.
-Yo misma-dijo Mireya-aunque estará con los ojos cerrados por el golpe.
Mireya acercó la mano y le retiró la máscara.
-¡Ohhhhh!-exclamaron todas.
Era Marco.
Empezó a abrir los ojos.
-¡Marco!-exclamó Adel.
-Adel-balbuceó debilmente Marco.
-¿Por qué has venido?-le preguntó Adel preocupada.
-Para verte...Por cierto, quien me ha dado con el paraguas, le digo que es buena bateadora.
Todas rieron.
-Perdona, pensaba que ibas a ser un ladrón o algo-se excusó Carol.
-No pasa nada...Bueno ¿Y qué tal os va?
-Pues muy bien. Aquí ya sabes...-dijo Irene.
-Oye, yo me quiero ir a dormir. ¿No podrías haberte presentado por la mañana?-bufó Nicol.
-Me pillarían. Siento haberos molestado, de todas formas, pasado mañana, cojo un vuelo a Italia.
-¿Qué?-preguntó Adel.
-Sí, voy a ver a mi familia.
-Vale, pues esperamos que te lo pases bien, ahora, ¿Nos podemos ir a dormir?-añadió Nicol.
-Vale. Os dejo chicas. Espero volver a veros algún, día, sino, Adel tiene mi teléfono-Marco se levantó y abrió la puerta-Adiós.
Y cerró tras de si.
Esa noche, Adel no pudo dormir. Di un montón de vueltas, hasta que, al final, a las 6 se durmió.
Una hora después, sonó el despertador.
-No he dormido nada-gruñó Adel.
-Pues esto es culpa de Marco. En fin...al final no era ningún ladrón-dijo Nicol empezándose a cambiar detrás del biombo.
Se vistieron y bajaron a desayunar.
Adel vio que de comer ese día habían tortellini (un plato italiano) y se acordó de Marco.
¿Estaría el pensando también en ella?
Aunque Adel tampoco era la única que estaba pensando en el amor. Irene también estaba pensando en Raúl. No sabía si creerle. De momento, no diría nada.
La mañana la pasaron normal, pero por la tarde, vieron a Natasha sentada con unas gafas de sol, muy raro
en ella, y sola.
-¿Que le habrá pasado?-preguntó Nicol.
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¡Hola de nuevo :)!
Este capitulo lo he escrito antes :S
Espero que os guste y comentéis!
Muakis!!!!
lunes, 18 de marzo de 2013
Cap.40-El misterioso chico...
Los días pasaban deprisa. Ya estaban a la primera semana de marzo. El día 7, jueves, Mireya estaba muy tranquila viendo episodios de Mordern Family, se los había grabado del día anterior.
Era el mediodía, todos estaban comiendo menos ella.
Algo le llamó la atención, un chico, que iba todo de negro, estaba saltando la puerta del colegio. Se acercó a la ventana y agudizó la vista.
<<¿Y ahora yo que hago>>-pensó Mireya.
Paró la grabación, y bajó hasta el despacho de la directora, Mercedes.
-¿Se puede?-preguntó Mireya desde fuera de la puerta.
-Sí-sonó la voz de Mercedes.
Mireya abrió la puerta y se sentó.
-Hola Mercedes. Verá, es que, estaba en la sala común, cuando me he fijado en que alguien vestido de negro ha cruzado la puerta del colegio. ¡La ha escalado!-explicó Mireya.
-Ahhh-dijo Mercedes sin apartar la vista de unas hojas que estaba leyendo.
-¿Qué va a hacer?-preguntó Mireya preocupada.
Mercedes se levantó y se acercó a Mireya.
-Mireya, cariño, creo que los cambios de tiempo te han afectado. Habrán sido imaginaciones tuyas. Nos estamos acercando a la primavera, y como dicen, la primavera la sangre altera, y a las hormonas también les alteran, así que, ve a ver al doctor, y que te de una aspirina.
Mireya se levantó y se despidió:
-Gracias Mercedes, usted tendrá razón...
Salió y fue a ver al doctor.
-Hola, ¿Me da una aspirina por favor? Creo que me encuentro un poco mal...
El doctor sacó una y se la entregó.
-Es normal, vuelve por la noche y te daré otra si hace falta.
-Vale. Gracias.
Fue a la sala común, cogió agua y se tragó la aspirina.
Empezó a subir gente.
-Hola Mireya. Deberías haber venido a la comida, estaba muy buena-dijo Carol.
Mireya cogió a Carol y la llevó hasta el cuarto.
Cerró la puerta de golpe y dijo muy rápidamente:
-He visto a un chico vestido oscuro saltar la puerta del cole y colarse. Se lo he dicho a Mercedes pero ella piensa que es el calor y bla, bla, bla...Aunque yo creo que no son imaginaciones, y me he tomado un aspirina, pero sigo pensando en que ha entrado.
-¿Estaba buena?-preguntó Carol.
-¿El que?
-¡La aspirina!
-¡¡¡Eso no viene a cuento ahora Carol!!! Tenemos que protegernos, cuéntaselo a las demás cuando las veas.
-Si tu lo dices...
Mireya fue a su taquilla. Carol no la había creído del todo, era de esperar.
Cogió sus libros y entró en la clase que le tocaba.
Estuvo distraída todo el rato, y le llamaron la atención:
-Mireya. ¡Estás en las nubes! Concéntrate.
-Es que las nubes es un bonito lugar...-se excusó Mireya. Algunos se rieron.
-Pues baja de ellas, o te haré bajar yo.
-¡Ohhh!-murmullaron todos en conjunto.
Por fin sonó el timbre.
Mireya recogió todo muy rápido y salió de clase.
Corrió todo lo que pudo hasta su cuarto, entró y cerró con la llave.
-¡Hey, abre la que este dentro!-exclamó Adel.
Mireya abrió, empujó a Adel dentro y cerró de nuevo.
-¿Estás así por lo que me ha contado Caro,l?-le preguntó Adel dejando su mochila encima de la cama.
-Sí.
-Creo que te estás comiendo mucho la cabeza.
-Yo hoy no pienso ir a karate.
-Tú misma-dijo Adel cogiendo su bolsa en la que llevaba todo lo de Gimnasia Rítmica-Yo me voy.
Adel se fue y Mireya estuvo toda la tarde jugando con su tablet y abriendo a las demás.
Por la noche, se acostaron todas, y a las 3:30 escucharon unos golpecitos en la puerta.
¿Quién será? ¿Que pasará?
Era el mediodía, todos estaban comiendo menos ella.
Algo le llamó la atención, un chico, que iba todo de negro, estaba saltando la puerta del colegio. Se acercó a la ventana y agudizó la vista.
<<¿Y ahora yo que hago>>-pensó Mireya.
Paró la grabación, y bajó hasta el despacho de la directora, Mercedes.
-¿Se puede?-preguntó Mireya desde fuera de la puerta.
-Sí-sonó la voz de Mercedes.
Mireya abrió la puerta y se sentó.
-Hola Mercedes. Verá, es que, estaba en la sala común, cuando me he fijado en que alguien vestido de negro ha cruzado la puerta del colegio. ¡La ha escalado!-explicó Mireya.
-Ahhh-dijo Mercedes sin apartar la vista de unas hojas que estaba leyendo.
-¿Qué va a hacer?-preguntó Mireya preocupada.
Mercedes se levantó y se acercó a Mireya.
-Mireya, cariño, creo que los cambios de tiempo te han afectado. Habrán sido imaginaciones tuyas. Nos estamos acercando a la primavera, y como dicen, la primavera la sangre altera, y a las hormonas también les alteran, así que, ve a ver al doctor, y que te de una aspirina.
Mireya se levantó y se despidió:
-Gracias Mercedes, usted tendrá razón...
Salió y fue a ver al doctor.
-Hola, ¿Me da una aspirina por favor? Creo que me encuentro un poco mal...
El doctor sacó una y se la entregó.
-Es normal, vuelve por la noche y te daré otra si hace falta.
-Vale. Gracias.
Fue a la sala común, cogió agua y se tragó la aspirina.
Empezó a subir gente.
-Hola Mireya. Deberías haber venido a la comida, estaba muy buena-dijo Carol.
Mireya cogió a Carol y la llevó hasta el cuarto.
Cerró la puerta de golpe y dijo muy rápidamente:
-He visto a un chico vestido oscuro saltar la puerta del cole y colarse. Se lo he dicho a Mercedes pero ella piensa que es el calor y bla, bla, bla...Aunque yo creo que no son imaginaciones, y me he tomado un aspirina, pero sigo pensando en que ha entrado.
-¿Estaba buena?-preguntó Carol.
-¿El que?
-¡La aspirina!
-¡¡¡Eso no viene a cuento ahora Carol!!! Tenemos que protegernos, cuéntaselo a las demás cuando las veas.
-Si tu lo dices...
Mireya fue a su taquilla. Carol no la había creído del todo, era de esperar.
Cogió sus libros y entró en la clase que le tocaba.
Estuvo distraída todo el rato, y le llamaron la atención:
-Mireya. ¡Estás en las nubes! Concéntrate.
-Es que las nubes es un bonito lugar...-se excusó Mireya. Algunos se rieron.
-Pues baja de ellas, o te haré bajar yo.
-¡Ohhh!-murmullaron todos en conjunto.
Por fin sonó el timbre.
Mireya recogió todo muy rápido y salió de clase.
Corrió todo lo que pudo hasta su cuarto, entró y cerró con la llave.
-¡Hey, abre la que este dentro!-exclamó Adel.
Mireya abrió, empujó a Adel dentro y cerró de nuevo.
-¿Estás así por lo que me ha contado Caro,l?-le preguntó Adel dejando su mochila encima de la cama.
-Sí.
-Creo que te estás comiendo mucho la cabeza.
-Yo hoy no pienso ir a karate.
-Tú misma-dijo Adel cogiendo su bolsa en la que llevaba todo lo de Gimnasia Rítmica-Yo me voy.
Adel se fue y Mireya estuvo toda la tarde jugando con su tablet y abriendo a las demás.
Por la noche, se acostaron todas, y a las 3:30 escucharon unos golpecitos en la puerta.
¿Quién será? ¿Que pasará?
lunes, 11 de marzo de 2013
Cap.39-Diversión bajo el agua+discoteca
-¡Ay nena muévete, baílame, uooo!-cantó Nicol, que se había hecho fan de Fraag Malas.
Era Viernes. Iban a ir a una discoteca la mayoría de gente. Y entre ellas estaban Irene, Nicol, Carol, Adel y Mireya, que al final había cedido.
-¡Venga, rápido!-exclamó Carol ya arreglado, en la puerta.
-¡Carol! ¿Quieres ir yendo conmigo?-le llamó Natasha desde el pasillo.
-Vale.
La rubia sonrió y Carol y ella fueron bajando.
Irene se había planchado el pelo y iba muy guapa.
En los pasillos había bastante barullo.
-¡Yo ya estoy!-anunció Nicol, que acababa de ponerse los pendientes.
-¡Y yo!-le siguió Irene.
Solo quedaba Adel, que aún se estaba poniendo unos tacones.
-Nosotras nos vamos bajando-se despidió Nicol.
-¡No, chicas, esperadme!-pidió Adel.
-Venga, pero date prisa-le dijo Irene.
Adel se acabó de poner los tacones y se levantó.
Bajaron con cuidado las escaleras para que Adel no se cayera.
-Es la primera vez que voy a una discoteca-reconoció Irene.
-¡Ala! ¿Sí? Yo también , ja, ja, ja-rió Nicol.
-Pues yo no-les dijo Adel.
-¡Cuidado, escalón!-le avisó Irene a tiempo.
Fueron a la discoteca junto con Ana y Claudia.
Entraron, la música estaba súper alta.
-¿Y Carol y Natasha?-preguntaron al unísono Irene y Adel.
Miraron hacia la pista de baile y las encontraron.
Estaban bailando al ritmo de la canción Angelito sin alas.
Tenían un corro de chicos al rededor.
-Estas están mal...-murmuró Claudia.
-Y con lo tímida que parece Natasha...-añadió Adel.
-Yo me voy a la barra-dijo Adel-¿Os venís?
Irene asintió, y Nicol dijo:
-Yo me voy a probar esos sillones giratorios.
Y desapareció entre la multitud.
-Hola. ¿Que queréis preciosas?-les preguntó el camarero.
-Pues...Una cerveza-respondió Adel.
-¡Adel! ¿Tu estás loca?-le preguntó Irene-¿Tienes otra cosa?
-Sí-respondió el camarero-Tengo un cóctel de jugo de naranja, con bastante cafeína...
-Eso mismo-dijo Irene.
El camarero empezó a preparar el cóctel.
-Aquí tenéis-les entregó el cóctel.
-Gracias-agradeció Adel.
-¿Cuánto es?-preguntó Irene.
-Para vosotras nada, a las chicas guapas invita la casa, pero, shhh-dijo el camarero.
-Gracias de nuevo-dijo Adel.
Bebieron el cóctel.
-Mmm...Está muy bueno-saboreó Irene.
-Sí, yo ya me lo he acabado-le dijo Adel, dejando la copa en la barra dispuesta a ir a la pista de baile.
-¡Wow!-exclamó Irene.
-¿Vamos a la pista de baile?-dijo Adel.
-Adel, no puedes bailar.
-¿Por qué?
Irene señaló a los tacones.
-Pues me los quito-dijo Adel con ademán de quitarselos.
-Haz lo que tu quieras...
Adel se los quitó y andó como si fuera natural a la pista de baile.
Irene fue a los sillones giratorios, donde estaba Nicol.
-Hola-le saludó Irene sentándose.
-Hola...
El sillón giró a un lado.
-Te noto aburrida-le dijo Irene.
-Es que lo estoy...-respondió Nicol.
-¿Quieres que volvamos ya? Podemos quedarnos en el jardín si te apetece...-sugirió Irene.
-¡Vale!-dijo con ganas Nicol.
Se levantaron y salieron. Aún era las 12:30.
Entraron al internado, y se sentaron en el césped.
-Adel antes ha pedido una cerveza...
-¿En serio?-preguntó atónita Nicol.
-Sí, pero al final nos hemos tomado un cóctel con 0% alcohol, tranquila.
Hablaron sobre lo que pensaban de las fiestas, cuando de repente los aspersores se pusieron en marcha.
-¡Aaaaaaaaaaa!-gritó Nicol mojándose.
Irene rió.
Se estaban empapando.
Nicol corrió a ponerse a salvo detrás de un arbusto.
Irene hizo lo mismo.
-¡Hey, que este es mi sitio!-exclamó Nicol.
-Ahora es mío.
Empezaron a discutir de broma sobre el sitio del arbusto, cuando se dieron cuenta que ya había parado.
Después, comenzaron a reírse como unas locas.
Eso si que era libertad, poder pasar un rato divertido sin que nadie te juzgará.
...........................................................................................................................................
¡Hey lectoras! He escrito este capitulo antes de lo que os esperabais, eh?
Espero que os guste y que comentéis.
Muakis!!
Era Viernes. Iban a ir a una discoteca la mayoría de gente. Y entre ellas estaban Irene, Nicol, Carol, Adel y Mireya, que al final había cedido.
-¡Venga, rápido!-exclamó Carol ya arreglado, en la puerta.
-¡Carol! ¿Quieres ir yendo conmigo?-le llamó Natasha desde el pasillo.
-Vale.
La rubia sonrió y Carol y ella fueron bajando.
Irene se había planchado el pelo y iba muy guapa.
En los pasillos había bastante barullo.
-¡Yo ya estoy!-anunció Nicol, que acababa de ponerse los pendientes.
-¡Y yo!-le siguió Irene.
Solo quedaba Adel, que aún se estaba poniendo unos tacones.
-Nosotras nos vamos bajando-se despidió Nicol.
-¡No, chicas, esperadme!-pidió Adel.
-Venga, pero date prisa-le dijo Irene.
Adel se acabó de poner los tacones y se levantó.
Bajaron con cuidado las escaleras para que Adel no se cayera.
-Es la primera vez que voy a una discoteca-reconoció Irene.
-¡Ala! ¿Sí? Yo también , ja, ja, ja-rió Nicol.
-Pues yo no-les dijo Adel.
-¡Cuidado, escalón!-le avisó Irene a tiempo.
Fueron a la discoteca junto con Ana y Claudia.
Entraron, la música estaba súper alta.
-¿Y Carol y Natasha?-preguntaron al unísono Irene y Adel.
Miraron hacia la pista de baile y las encontraron.
Estaban bailando al ritmo de la canción Angelito sin alas.
Tenían un corro de chicos al rededor.
-Estas están mal...-murmuró Claudia.
-Y con lo tímida que parece Natasha...-añadió Adel.
-Yo me voy a la barra-dijo Adel-¿Os venís?
Irene asintió, y Nicol dijo:
-Yo me voy a probar esos sillones giratorios.
Y desapareció entre la multitud.
-Hola. ¿Que queréis preciosas?-les preguntó el camarero.
-Pues...Una cerveza-respondió Adel.
-¡Adel! ¿Tu estás loca?-le preguntó Irene-¿Tienes otra cosa?
-Sí-respondió el camarero-Tengo un cóctel de jugo de naranja, con bastante cafeína...
-Eso mismo-dijo Irene.
El camarero empezó a preparar el cóctel.
-Aquí tenéis-les entregó el cóctel.
-Gracias-agradeció Adel.
-¿Cuánto es?-preguntó Irene.
-Para vosotras nada, a las chicas guapas invita la casa, pero, shhh-dijo el camarero.
-Gracias de nuevo-dijo Adel.
Bebieron el cóctel.
-Mmm...Está muy bueno-saboreó Irene.
-Sí, yo ya me lo he acabado-le dijo Adel, dejando la copa en la barra dispuesta a ir a la pista de baile.
-¡Wow!-exclamó Irene.
-¿Vamos a la pista de baile?-dijo Adel.
-Adel, no puedes bailar.
-¿Por qué?
Irene señaló a los tacones.
-Pues me los quito-dijo Adel con ademán de quitarselos.
-Haz lo que tu quieras...
Adel se los quitó y andó como si fuera natural a la pista de baile.
Irene fue a los sillones giratorios, donde estaba Nicol.
-Hola-le saludó Irene sentándose.
-Hola...
El sillón giró a un lado.
-Te noto aburrida-le dijo Irene.
-Es que lo estoy...-respondió Nicol.
-¿Quieres que volvamos ya? Podemos quedarnos en el jardín si te apetece...-sugirió Irene.
-¡Vale!-dijo con ganas Nicol.
Se levantaron y salieron. Aún era las 12:30.
Entraron al internado, y se sentaron en el césped.
-Adel antes ha pedido una cerveza...
-¿En serio?-preguntó atónita Nicol.
-Sí, pero al final nos hemos tomado un cóctel con 0% alcohol, tranquila.
Hablaron sobre lo que pensaban de las fiestas, cuando de repente los aspersores se pusieron en marcha.
-¡Aaaaaaaaaaa!-gritó Nicol mojándose.
Irene rió.
Se estaban empapando.
Nicol corrió a ponerse a salvo detrás de un arbusto.
Irene hizo lo mismo.
-¡Hey, que este es mi sitio!-exclamó Nicol.
-Ahora es mío.
Empezaron a discutir de broma sobre el sitio del arbusto, cuando se dieron cuenta que ya había parado.
Después, comenzaron a reírse como unas locas.
Eso si que era libertad, poder pasar un rato divertido sin que nadie te juzgará.
...........................................................................................................................................
¡Hey lectoras! He escrito este capitulo antes de lo que os esperabais, eh?
Espero que os guste y que comentéis.
Muakis!!
domingo, 10 de marzo de 2013
Cap.38-Confusiones
Adel fue tras el profesor.
-Pero por favor, ¿Le va a expulsar por esa tontería?-le dijo Adel siguiéndole por los pasillos.
-A ver, señorita...
-Adel, señorita Adel-le recordó Adel.
-Pues, señorita Adel, eso es una falta grave. ¿Que hubiera pasado si no hubiera ido yo? ¡Se podrían haber roto una pierna!-exclamó el profesor.
-Venga, no le expulse...-rogó Adel.
-Por favor. Cállese o le pondré un parte a usted.
-Pues adiós. Es usted un idiota-la última frase la dijo susurrando.
Adel se fue enfadada.
El Martes, escuchó decir a unas alumnas que Marco se iría esa misma tarde.
Abrió su taquilla y cogió unos libros.
-Hola Adel-le saludó Carol también abriendo la taquilla de al lado, la de ella misma.
-He oído decir a unas que Marco se va hoy-le contó Adel.
-Ohhhhh-dijo Carol exageradamente.
-Pero bueno...-Adel cerró su taquilla y se apoyó contra ella-Tarde o temprano se iría. No puede estar todo el tiempo de prácticas.
Carol asintió.
-Creo que lo mejor será que lo olvides. Si se queda, se irá de nuevo, así que no merece mucho la pena, a no ser que estés súper enamorada-le aconsejó Carol.
-¿Y si estoy súper enamorada de él? Pufff, estoy confusa-se quejó Adel.
-Pues Adel, yo creo que si estuvieras súper enamorada, no hubieras besado a Edu-razonó Carol.
-Ya...¡A partir de ahora voy a intentar olvidar a Marco!-exclamó Adel feliz.
-¡Esta es mi chica!-exclamó también Carol dándole unas palmaditas en el hombro.
El timbre sonó.
-Ahora entremos, que esta es la última clase.
-¡Es verdad! Que hoy no hay por la tarde!-dijo Adel ilusionada.
Entraron y se sentaron en los pupitres.
Les tocaba Matemáticas.
En medio de la clase, de repente, empezó a sonar el móvil de alguien con el tono Gangnam Style.
Algunos se levantaron de la silla y empezaron a bailarlo.
-¿De quién es ese móvil?-preguntó la profesora.
Nadie respondió.
-Si no sale el responsable de ese móvil, TODOS me tendréis que dar vuestros móviles-les amenazó la profesora.
Se pasaron un buen rato así, hasta que Claudia se levantó y lo entregó.
-Lo siento. Creía que lo tenía en modo avión y apagado, pero se ve que alguien me lo ha encendido-explicó Claudia.
-Ahhhh. Te lo entregaré dentro de una semana.
-¿Una semana?-preguntó Claudia con los ojos como platos.
-Ja,ja,ja,ja. ¡Era broma!-la profesora empezó a reírse con una risa muy extraña.
Todos los alumnos la miraban con una cara de: What the fuck?
-Ejem, te lo daré pasado mañana-dijo la profesora-Ya os podéis ir.
Todos se levantaron, arrastrando las sillas y salieron.
-Carol, ven-le dijo Adel con la mano.
Carol se acercó a Adel.
-Mira, le voy a borrar de los contactos-le enseñó Adel quitando a Marco.
Mientras, en el cuarto, Irene leía y releía el mensaje que le había respondido Raúl:
De: Raúl Para: Irene
Hola Irene. Lo que pasó el otro día. Estaba yendo con
mi una amiga. Va en serio.
Perdóname. Todo ha sido un malentendido.
Raúl
Irene no sabía que pensar. ¿Sería un malentendido de verdad? ¿Se había ido con otra?
-Pero por favor, ¿Le va a expulsar por esa tontería?-le dijo Adel siguiéndole por los pasillos.
-A ver, señorita...
-Adel, señorita Adel-le recordó Adel.
-Pues, señorita Adel, eso es una falta grave. ¿Que hubiera pasado si no hubiera ido yo? ¡Se podrían haber roto una pierna!-exclamó el profesor.
-Venga, no le expulse...-rogó Adel.
-Por favor. Cállese o le pondré un parte a usted.
-Pues adiós. Es usted un idiota-la última frase la dijo susurrando.
Adel se fue enfadada.
El Martes, escuchó decir a unas alumnas que Marco se iría esa misma tarde.
Abrió su taquilla y cogió unos libros.
-Hola Adel-le saludó Carol también abriendo la taquilla de al lado, la de ella misma.
-He oído decir a unas que Marco se va hoy-le contó Adel.
-Ohhhhh-dijo Carol exageradamente.
-Pero bueno...-Adel cerró su taquilla y se apoyó contra ella-Tarde o temprano se iría. No puede estar todo el tiempo de prácticas.
Carol asintió.
-Creo que lo mejor será que lo olvides. Si se queda, se irá de nuevo, así que no merece mucho la pena, a no ser que estés súper enamorada-le aconsejó Carol.
-¿Y si estoy súper enamorada de él? Pufff, estoy confusa-se quejó Adel.
-Pues Adel, yo creo que si estuvieras súper enamorada, no hubieras besado a Edu-razonó Carol.
-Ya...¡A partir de ahora voy a intentar olvidar a Marco!-exclamó Adel feliz.
-¡Esta es mi chica!-exclamó también Carol dándole unas palmaditas en el hombro.
El timbre sonó.
-Ahora entremos, que esta es la última clase.
-¡Es verdad! Que hoy no hay por la tarde!-dijo Adel ilusionada.
Entraron y se sentaron en los pupitres.
Les tocaba Matemáticas.
En medio de la clase, de repente, empezó a sonar el móvil de alguien con el tono Gangnam Style.
Algunos se levantaron de la silla y empezaron a bailarlo.
-¿De quién es ese móvil?-preguntó la profesora.
Nadie respondió.
-Si no sale el responsable de ese móvil, TODOS me tendréis que dar vuestros móviles-les amenazó la profesora.
Se pasaron un buen rato así, hasta que Claudia se levantó y lo entregó.
-Lo siento. Creía que lo tenía en modo avión y apagado, pero se ve que alguien me lo ha encendido-explicó Claudia.
-Ahhhh. Te lo entregaré dentro de una semana.
-¿Una semana?-preguntó Claudia con los ojos como platos.
-Ja,ja,ja,ja. ¡Era broma!-la profesora empezó a reírse con una risa muy extraña.
Todos los alumnos la miraban con una cara de: What the fuck?
-Ejem, te lo daré pasado mañana-dijo la profesora-Ya os podéis ir.
Todos se levantaron, arrastrando las sillas y salieron.
-Carol, ven-le dijo Adel con la mano.
Carol se acercó a Adel.
-Mira, le voy a borrar de los contactos-le enseñó Adel quitando a Marco.
Mientras, en el cuarto, Irene leía y releía el mensaje que le había respondido Raúl:
De: Raúl Para: Irene
Hola Irene. Lo que pasó el otro día. Estaba yendo con
mi una amiga. Va en serio.
Perdóname. Todo ha sido un malentendido.
Raúl
Irene no sabía que pensar. ¿Sería un malentendido de verdad? ¿Se había ido con otra?
domingo, 3 de marzo de 2013
Cap.37-Todo por culpa de Estela
El domingo al mediodía, Adel recibió un WhatsApp de Marco:
-Lo siento princsa, ayer me equivoke.
Adel, que aún estaba un poco enfadada, sin pensárselo dos veces, le respondió:
-Sta princsa ha cerrado las puerts de su cstillo, xao.
Comió con Irene. Adel fue la que tomó los rumbos de la conversación. Irene solo asentía y escuchaba.
Después de comer, Adel cogió su móvil, y vio que tenía otro WhatsApp de Marco:
-Vnga, princesita, todos necesitamos una segunda oportunidad, ayer m puse celoso.
"Ayer me puse celoso"
Esas palabras le gustaron a Adel.
Sonrió juguetona y escribió:
-Hagamos un trato, vams a hcer una specie d juego, si m escribes una poesia bonita, y k sea tuya, y k me guste, tal vez te acepte.
En otro lado del internado, Marco releyó el mensaje varias veces.
Adel le gustaba de verdad.
-Venga, pues a escribir-pensó Marco cogiendo un papel y un bolígrafo.
Adel estuvo un buen rato esperando respuesta de Marco, hasta que por fin, le llegó:
No sé que es lo que te hace bella, pero es que me encanta
tu boca, tu pelo, soñar con tu voz cuando dices te quiero.
Verte cantar, fue un privilegio, fue por eso por lo que estoy
en este colegio, por TI <3
Y eso es todo pequeña princesa, quiero que nos besemos
juntos debajo de una mesa
PD: hay una parte en que la he copiado, lo siento, no soy muy buen poeta.
Adel se rió. El poema estaba un poco chungo, pero se notaba que estaba hecho con amor.
Adel, le respondió:
Jajaja, esta un poco mal, pero pasas.
A las 5, Adel estaba bajando las escaleras para acudir con Marco, cuando escuchó unos tacones. Cada vez el sonido se hacia más cercano. Hasta que la vio. Vio a Estela caminar pavoneándose.
-Huy hola petarda-le saludó Estela-¿A donde vas?
-Eso no es asunto tuyo-le contestó Adel yendose, pero Estela la cogió.
Dio un chasquido y aparecieron sus dos amigas.
-Mira niña. Sé perfectamente que vas a ir a ver a Marco. También sé que le has enviado WhatsApps diciéndole que te hiciera poesías. Pero Marco es mayor-aclaró Estela.
Adel se quedó muy sorprendida. ¿Como Estela sabía esas cosas?
-Aparte, cada día te vas con uno, fulana de tres al cuarto.
-¡Hey, tú a mi no me llamas fulana!-reaccionó Adel.
-Pero si es lo que eres-añadió Estela.
Adel le dio un empujón a Estela. Lo que hizo que Estela se cayera y sus tacones se torcieran.
-¿Tú eres gili******? ¡Estos tacones eran de Marypaz, so mema!-le insultó Estela.
-Pues te jod** y bailas-dijo Adel con desdén.
Estela se levantó dificultosamente y le pegó una patada a Adel.
Ahí empezó la pelea.
Unos minutos después, llegó Marco, y no paró la pelea.
Se quedó contemplando. Pero fue un error no pararla porque, luego, llegó un profesor, y exclamó:
-¡Por el amor de Dios! Parad. Y tú, Marco ¿Por qué no has parado la pelea? Estás expulsado de aquí.
Estela, Adel, Marco y las amigas de Estela giraron la cabeza hacia el profesor.
-Por favor señor, déjeme quedarme-suplicó Marco.
-No. Tendrá que hacer las prácticas en otro lugar. Ahora mismo suba a su habitación y haga las maletas-le ordenó.
Marco obedeció como un niño pequeño.
Adel le miró apenada.
-Todo esto ha sido culpa tuya. Y que sepas que me vengaré-dijo Adel dirigiéndose a Estela.-Me vengaré.
.........................................................................................................................................
¡Hola lectoras! Este capitulo no es gran cosa, lo aviso. Sé que lo he escrito un poco tarde. Pero es que no tengo mucho tiempo que digamos. Lo siento
Y una cosa más, para las lectoras que no les guste el blog, que no pongan comentarios negativos, porque aunque solo sean unas palabras de un desconocido, duele igualmente que te digan que tu blog es horrible y cosas así. Digo esto porque tenía uno pendiente de moderación, y era de un Anónimo diciendo que este blog era horrible y cosas así. Por eso, a la gente que no le guste, que no entre y que se ahorre los comentarios.
Muchos muakis!!
Clara
-Lo siento princsa, ayer me equivoke.
Adel, que aún estaba un poco enfadada, sin pensárselo dos veces, le respondió:
-Sta princsa ha cerrado las puerts de su cstillo, xao.
Comió con Irene. Adel fue la que tomó los rumbos de la conversación. Irene solo asentía y escuchaba.
Después de comer, Adel cogió su móvil, y vio que tenía otro WhatsApp de Marco:
-Vnga, princesita, todos necesitamos una segunda oportunidad, ayer m puse celoso.
"Ayer me puse celoso"
Esas palabras le gustaron a Adel.
Sonrió juguetona y escribió:
-Hagamos un trato, vams a hcer una specie d juego, si m escribes una poesia bonita, y k sea tuya, y k me guste, tal vez te acepte.
En otro lado del internado, Marco releyó el mensaje varias veces.
Adel le gustaba de verdad.
-Venga, pues a escribir-pensó Marco cogiendo un papel y un bolígrafo.
Adel estuvo un buen rato esperando respuesta de Marco, hasta que por fin, le llegó:
No sé que es lo que te hace bella, pero es que me encanta
tu boca, tu pelo, soñar con tu voz cuando dices te quiero.
Verte cantar, fue un privilegio, fue por eso por lo que estoy
en este colegio, por TI <3
Y eso es todo pequeña princesa, quiero que nos besemos
juntos debajo de una mesa
PD: hay una parte en que la he copiado, lo siento, no soy muy buen poeta.
Adel se rió. El poema estaba un poco chungo, pero se notaba que estaba hecho con amor.
Adel, le respondió:
Jajaja, esta un poco mal, pero pasas.
A las 5, Adel estaba bajando las escaleras para acudir con Marco, cuando escuchó unos tacones. Cada vez el sonido se hacia más cercano. Hasta que la vio. Vio a Estela caminar pavoneándose.
-Huy hola petarda-le saludó Estela-¿A donde vas?
-Eso no es asunto tuyo-le contestó Adel yendose, pero Estela la cogió.
Dio un chasquido y aparecieron sus dos amigas.
-Mira niña. Sé perfectamente que vas a ir a ver a Marco. También sé que le has enviado WhatsApps diciéndole que te hiciera poesías. Pero Marco es mayor-aclaró Estela.
Adel se quedó muy sorprendida. ¿Como Estela sabía esas cosas?
-Aparte, cada día te vas con uno, fulana de tres al cuarto.
-¡Hey, tú a mi no me llamas fulana!-reaccionó Adel.
-Pero si es lo que eres-añadió Estela.
Adel le dio un empujón a Estela. Lo que hizo que Estela se cayera y sus tacones se torcieran.
-¿Tú eres gili******? ¡Estos tacones eran de Marypaz, so mema!-le insultó Estela.
-Pues te jod** y bailas-dijo Adel con desdén.
Estela se levantó dificultosamente y le pegó una patada a Adel.
Ahí empezó la pelea.
Unos minutos después, llegó Marco, y no paró la pelea.
Se quedó contemplando. Pero fue un error no pararla porque, luego, llegó un profesor, y exclamó:
-¡Por el amor de Dios! Parad. Y tú, Marco ¿Por qué no has parado la pelea? Estás expulsado de aquí.
Estela, Adel, Marco y las amigas de Estela giraron la cabeza hacia el profesor.
-Por favor señor, déjeme quedarme-suplicó Marco.
-No. Tendrá que hacer las prácticas en otro lugar. Ahora mismo suba a su habitación y haga las maletas-le ordenó.
Marco obedeció como un niño pequeño.
Adel le miró apenada.
-Todo esto ha sido culpa tuya. Y que sepas que me vengaré-dijo Adel dirigiéndose a Estela.-Me vengaré.
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¡Hola lectoras! Este capitulo no es gran cosa, lo aviso. Sé que lo he escrito un poco tarde. Pero es que no tengo mucho tiempo que digamos. Lo siento
Y una cosa más, para las lectoras que no les guste el blog, que no pongan comentarios negativos, porque aunque solo sean unas palabras de un desconocido, duele igualmente que te digan que tu blog es horrible y cosas así. Digo esto porque tenía uno pendiente de moderación, y era de un Anónimo diciendo que este blog era horrible y cosas así. Por eso, a la gente que no le guste, que no entre y que se ahorre los comentarios.
Muchos muakis!!
Clara
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