Cap.52-Encerradas

-¿Puedo o no?-preguntó de nuevo Alberto.
Los demás se miraron incómodos.
-Venga, val...-empezó a decir Irene, ya que le sabía un poco mal que Alberto se quedará colgado.
Pero Nicol le pegó una patada por debajo de la mesa.
-¡Au!-exclamó Irene, irritada.
-¿Pero que le dices diciendo que se siente?-le susurró Nicol, contrariada.
-Ay, tampoco es para tanto Nicol, que se siente aquí y hable con Jorge y David y punto-se quejó Irene-A ti no te gustaría...
-¿No lo entiendes, Irene? ¡Ese tío me pegó! Es un idiota, igualmente no le dejes, que no te de pena-le dijo Nicol, enfadada ante la decisión de Irene.
-Pues no, joder, para que te pongas así. Ya sé que es idiota y tal, pero tiene derecho a sentarse aquí-le contestó Irene, también enfadada.
Alberto las miraba mientras susurraban.
-De todas formas no queda sitio...-le volvió a decir Nicol a Irene, susurrando y sonriente de que ya tenía una excusa.
-¿A no?-le dijo Irene, levantándose y dando un sonoro chirrido con la silla-Te puedes sentar aquí Alberto.
Alberto le miró agradecido y se sentó, en cambio, Nicol contrariada.
-Bueno, yo me voy...-se despidió Irene, molesta, pero también triunfante porque al final había conseguido que Alberto se sentará, cosa que Nicol no quería. Aunque en realidad a ella lo que le había hecho más feliz era que había conseguido una cosa que Nicol no quería.
Bufó.
Se terminó el desayuno rápidamente y fue a su tienda de campaña.
No sabía que hacer, hasta que apareció Adel, hacia Irene preocupada.
-Oye, ¿Estás bien?-le preguntó Adel, sentándose a su lado.
-Sí, solo que...no sé. Es que, me daba pena Alberto, por lo menos que se siente, pero que no hablen y punto-opinó Irene, recordando la escena.
-Ya ves...Creo que está enfadada contigo...-dijo Adel.
-Pues que lo este...-bufó Irene-Yo también tengo motivos...
-¿Sí? Bueno, sí...-dijo Adel.
-Porque no era para tanto, y me ha hecho levantarme a mí...-siguió diciendo Irene-¿Al final se han hablado?
-Que va, hasta Nicol se ha hecho a un lado apartándose-contó Adel.
Irene asintió levemente.
El resto del día fue normal, Nicol e Irene no se hablaron.
A la mañana siguiente ya se iban.
Volvieron en el autobús lujoso.
Dos días después, los padres de Irene la llamaron:
-Hola mami-la saludó cariñosamente Irene.
-¡Hola Irene!-exclamó su madre, contenta de oír su voz-¿Sabes qué? No sé si te acordaras, pero, el 19 de mayo, es la comunión de tu hermana.
De repente, Irene se acordó.
-¡Es verdad!-exclamó-Yo no tengo aún vestido.
-Lo sé, por eso te llamo. Un día de estos aprovecha y compráte uno. Pero que sea bonito y elegante, eh?-le dijo Cristina.
-Sí, sí-contestó Irene, pensando ya a cuales tiendas visitar.
-Bueno, pues solo era decirte eso cariño. Adiós-se despidió Cristina.
Irene guardó el móvil, y se puso a estudiar tumbada en su cama.
No estaba muy concentrada. Entre que aún estaba enfadada con Nicol, y ahora no podía parar de pensar en la comunión de su hermana y el vestido.
Cerró el libro. No se podía concentrar, aparte, ya hacia bastante calor.
Se quitó los calcetines y se sintió mejor.
Minutos después, se abrió la puerta. Entró Nicol y descargó su mochila.
Se miraron unos segundos, y después, Irene desvió la mirada, algo incómoda.
<<Mejor voy a la biblioteca a estudiar>>pensó Irene, levantándose.
Fue hacia la puerta, cogió el pomo, lo giró, pero se quedo atrancado a la mitad.
Intentó otra vez, pero estaba atrancado.
Dio pataditas a la puerta, pero nada.
-Nicol, una cosa, esto no se abre-le dijo Irene.
Nicol se levantó también sin decir nada, y se hizo paso hacia la puerta.
Ella tampoco podía abrir.
-Creo que nos hemos quedado encerradas...-murmuró Irene, mirando a Nicol.
Nicol asintió.
Irene fue a su mochila a ver si tenía agua. Abrió el bolsillo pequeño, y...¡Sí! Tenía agua.
La botella estaba medio llena, pero, serviría para el rato que estarían, ya que pronto llegarían las demás, se lo dirían a los profesores y les abrirían, pensó Irene, pero estaba muy equivocada.
Tragó un poco de agua, y la disfrutó.
Después, se sentó, y se puso a jugar con el Pou.
Mientras, Nicol abrió la ventana y se quedó asomada.
-De todas formas, no tardarán en llegar-comentó Irene, con la vista fija en el móvil.
Media hora más tarde, seguían sin llegar las demás, y no se oía a nadie por el pasillo.
-¿¡Pero donde se han metido estas!?-dijo Irene, empezando a perder la paciencia.
Nicol se sentó en su cama.
-No lo sé-respondió simplemente.
A continuación, se puso los cascos para escuchar música y cerró los ojos.
-¿Vas a escuchar música?-le preguntó Irene, mirándola.
-Sí. No hay otra cosa que hacer...Bueno, estudiar o hacer deberes, pero los deberes ya los tengo y estudiar, pfff, no-le contestó Nicol.
Irene le imitó y también se puso a escuchar música. Pero, minutos después, Nicol se acordó de algo, se retiró los cascos y comentó:
-¡Ya sé donde están! Hoy había una especie de reunión a las siete, hasta las ocho y media-nueve. Luego, ya nos iríamos a cenar. Osea que, ahora están en la reunión hasta las ocho y media, y no pasaran por aquí...Calculando, hasta las diez no vendrán más o menos.
Irene se quedó en shock.
-¡Es verdad!-reaccionó, miró su reloj, y añadió-Aún nos quedan dos largas horas y un cuarto más o menos...
Irene decidió que era el momento de pedir perdón.
-Una cosa Nicol, te quería pedir perdón por lo que pasó en la acampada...
Nicol la miró un momento, tras añadir:
-No pasa nada.
-¿Amigas de nuevo?
-¡Amigas!
Se fundieron en un fuerte abrazo.
La tripa de Irene rugió mientras se lo daban, lo que provocó risas.
-¿No has merendado?-le preguntó Nicol, ya separadas.
Irene negó con la cabeza.
Un ratito después, las temperaturas subieron. Irene se quejó.
-Tengo una solución-anunció Nicol, feliz.
Se acercó a un armario y sacó un ventilador:

 -¿Eso ha estado siempre ahí?-preguntó Irene, incrédula.
-Sí, jeje. Lo descubrí ayer-respondió Nicol orgullosa.
De repente, alguien llamó a la puerta, y tiró por debajo una nota en la que ponía:
Encerradas...¿Aposta? Jajaja
-¿What the fuck?-es lo único que pudo decir Irene.

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¡E aquí el capitulo 52!
Espero que os guste mucho.
No sé si podré escribir mucho, supongo que sí, pero, últimamente, aunque
no lo creáis, estoy en modo inspiración Off
Muakis