Cap.53-Persecuciones

En otro lugar del internado, Adel se removía en su silla preocupada e intrigada porque ni Nicol , ni Irene habían asistido a la reunión. Justamente las dos que estaban peleadas.
Miró su reloj. No, no era posible que llegarán tarde. ¿Cuarenta y cinco minutos tarde? No, podrían ser a veces tardonas, pero tanto, no.
Dejó de comerse la cabeza, y siguió prestando atención a la reunión.

.....

-¿Qué es esto?-preguntó Nicol, sosteniendo el papel en la mano.

-Más problemas a la colección-bufó Irene.

-No; va en serio. Quien haya escrito esto debe ser el responsable de que estemos encerradas aquí-argumentó Nicol.

Irene asintió.

-Sí. Porque, con lo de aposta ya nos dice todo. Debe ser alguien un poquito estúpido si no quería que supieran sus intenciones-dijo Irene, cruzada de brazos.

Al otro lado de la puerta, ese alguien, apretaba los puños con rabia.

-<<¡Estúpida ella>>pensó.

Escribió rápidamente en un papel: ¡Estúpida tú, niña! Y lo lanzó por debajo de la puerta.

Irene lo cogió a toda prisa y lo leyó.

Hizo señas a Nicol para que se acercara, y le contó, al oído, que el misterioso/sa que les había encerrado la había escuchado, lo que quería decir que estaba al otro lado de la puerta.

-<<No debería haberlo enviado, ahora se han dado cuenta y hablan en susurros>>pensó, el misterioso/sa.

-¿Y si llamamos al 112?-sugirió Nicol, susurrando.

Irene negó energéticamente con la cabeza.

Decidieron dejar de hablar del tema y seguir como hasta ahora: escuchando música, jugando con el Pou.

Al rato, Nicol se quejó de que no tenía agua. Irene sacó su botella y se la tendió. Se acabó casi toda sin darse cuenta.

-Lo siento-dijo después, viendo lo que había bebido.

-No pasa nada, solo que, ¿Aguantaremos hasta las 10 sin agua? Son las ocho y cuarto. Y con lo poco que queda...

Nicol pensó la idea. Empezó a sentirse alerta y preocupada.

-Tengo una idea. No hagamos nada, nos relajamos. Es decir, no nos movemos mucho ni nada que nos genere sed-sugirió Irene.

Su compañera asintió con la cabeza y después se sentó enfrente del ventilador, e irene a su lado.

10 minutos más tarde, una inocente abeja se coló por la ventana, para posarse en la piel de Irene.

Irene se dio cuenta a tiempo y se puso de pie.

-¡AHAHAHAHA!-gritó.

Se subió encima de la cama y se cubrió con la sábana.

Nicol detectó la presencia de la abeja e hizo lo mismo.

-Tenemos que plantarle cara Irene. Si no no se irá-opinó Nicol.

A continuación, se quitó las sabanas de encima, cogió un tacón de Adel, y dio una especie de grito de guerra:

-¡MUERE ABEJITA, TE VOY A ASESINAR CON UN TACÓN DE AGUJA, MUAJAJAJA!

Y se lanzó contra la abeja, que estaba en la pared. Tuvo buena puntería y el tacón acabó encima de la abeja, aplastada.

Irene se destapó y aplaudió.

-A Adel le va a dar un telele cuando sepa que has asesinado a una abeja con uno de sus glamurosos tacones-dijo Irene.

-Qué calor. En la sábana hacia un calor. Me ha entrado sed...-maldijo Nicol.

-Y a mí.

Pensaron que podían intentar que les abriera el tipo misterioso/sa.

-Por favor, abrénos-le rogó Irene.

EL misterioso/sa les tiró por un papel la respuesta: NO.

Poco a poco, empezaron a marearse y a tener más sed. Se estaban deshidratando.

-Venga Nicol. Lo hemos intentado por las buenas, hablándole, y ahora queda por las malas: intentando tirar la puerta abajo. Vamos a intentarlo. Un último esfuerzo.¡¡¡ A la de 1,2, y 3!!!-exclamó Irene.

Las dos corrieron a la vez hacia la puerta, y esta cedió por el bruto golpe.

Al misterioso/sa le pilló desprevenido y empezó a correr.

Estas le siguieron. Era un chico, la ropa que llevaba era de chico.

Bajaron las escaleras siguiéndole. Dio una vuelta al edificio de las habitaciones y se internó en él de nuevo.

-Nos quiere cansar, sabe que estamos sedientas.

-Mira, síguele y yo me quedo aquí por si vuelve a bajar, que lo hará, ahí, le pillaré-le dijo Nicol mientras Irene se iba tras él.

Poco a poco le iba ganando distancia. Tuvo una idea un tanto desbaratada, pero era la única posibilidad de "cogerle". Al final del pasillo estaba el cuarto de la limpieza, y una puerta que daba a las escaleras. Pero la puerta estaba cerrada, ya que antes Irene había intentado pasar por ahí, cuando estaba con Nicol, pero el misterioso no lo sabía y siguió corriendo.

Ya lo tenía acorralado.

El misterioso intentó abrir la puerta, pero esta no se abría.

Irene, aprovechó que estaba girado intentando abrir y lo empujó al cuarto de limpieza, tras después cerrarlo.

Cerró con llave, ya que la llave estaba en la cerradura y la cogió y se la guardó.

No había podido verle la cara, ya que la tenía  escondida tras una máscara.

Tras unos segundos, se le nubló la vista, y no pudo aguantar de pie, se cayó al suelo, y cerró los ojos, sumiéndose en un profundo sueño.

.....

Nicol se empezó a impacientar. El misterioso no bajaba. Decidió subir, ya que era muy raro que no se oyera nada ni bajasen.

En el primer piso, a lo lejos, vio a Irene tirada.

-¡IRENE!-la llamó, tras ir corriendo hacia ella.

Vio que estaba tendida en el suelo y se le cayó el alma a los pies. Pensó lo peor, pero luego le tomó el pulso y aún respiraba. Pffff. Que mal lo había pasado.

-Se habrá desmayado-pensó, contemplándola. Se notaba que había corrido, estaba muy roja, más de lo normal.

Bajó corriendo a avisar a alguien. Encontró a Mercedes, que había salido de la reunión.

Le contó todo detenidamente y subieron corriendo ambas.

Mercedes llamó al médico. Nicol seguía muy preocupada. Pero, ¿Y el misterioso? 

Enseguida, vino una ambulancia para ver a Irene.

-Tiene la tensión muy baja-les informó una enfermera-Además, estaba deshidratada, pero ya le hemos "metido" agua a través de unos tubos por el brazo-Nicol gimió solo de pensarlo-tardará un minutos en despertarse. Tranquilas. Solo que, en cuanto se despierte, darle chocolate-les informó la enfermera, entregándoles chocolate.

-Muchas gracias de verdad-agradeció Mercedes. Ella también lo había pasado muy mal. Nunca se habían producido estos casos en su internado.

Llevaron a Irene a su cuarto. Nicol y Mercedes se sentaron a su lado.

Unos minutos después, Irene empezó a abrir los ojos lentamente. Se sentía muy débil.

-¿Donde estoy?-preguntó. Se intentó levantar, pero se mareó.

-Estamos en nuestro cuarto-le informó Nicol-¿Recuerdas lo que ha pasado?

Irene se acordó de todo. Al final había conseguido pillar al chico, o no? Sí, lo había conseguido. De eso no dudaba.

-¿Y tú, Nicol? ¿has bebido al final?-le preguntó Irene.

NIcol asintió.

-Te has desmayado. Toma cariño, come, te sentará bien-le entregó el chocolate Mercedes.

Irene se lo comió. Poco a poco se sintió mejor.

-¿Qué ha pasado al final?-preguntaron Nicol y Mercedes a la vez.

Se miraron y sonrieron por la coincidencia.

Irene también.

-Venid al primer piso-se levantó Irene.

Bajaron lentamente, ya que Irene se había mareado dos veces y por poco se cae.

-Está ahí-señaló al cuarto de la limpieza.

-¿Ahí?-volvieron a coincidir Mercedes y Nicol.

-Tenemos telepatía, eh, Mercedes?-dijo Nicol con aire divertido.

-Ahí-afirmó Irene-Tomad la llave.

Unos segundos de tensión se aventuraron mientras Mercedes abría.

El misterioso se quedó sorprendido ante su presencia. 

Y, después, Mercedes le quitó la máscara.

Varias exclamaciones de sorpresa sonaron por el pasillo.

Irene se quedó muda, y Nicol maldijo por lo bajo.

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¡Sorpresa! Al final he podido escribir.

En este capitulo he incluido mucha acción. Y os he dejado con intriga al final, eh?

Jeje, muakis lectoras, y gracias por leer mi blog!!!!